De un tiempo a esta parte, los atropellos y accidentes que se saldan con la fuga del causante del siniestro han aumentado en Mallorca. El último, con diferencia el más mediático, es el atropello al cantautor Jaime Anglada en la noche del 8 de agosto en la Avenida Joan Miró de Palma. Un coche realizó un giro prohibido, embistiendo a la motocicleta del artista y dándose a la fuga sin asistir a la víctima.
Afortunadamente, el conductor del vehículo, un joven de unos 20 años, fue detenido por la Policía Local, dando positivo en la prueba de alcoholemia. El juez lo envió a prisión provisional acusado del delito de omisión del deber de socorro, lesiones imprudentes y conducción bajo la influencia del alcohol.
Otro caso aún más grave tuvo lugar el 12 de julio en Campos, donde un motorista español de 29 años falleció de madrugada en la carretera Ma-19, tras colisionar con un tractor. El conductor del vehículo agrícola huyó del lugar sin dar aviso a los servicios de emergencia. Cuatro horas más tarde, la Guardia Civil localizó al tractorista, que dio negativo en alcohol y drogas. Ahora está siendo investigado por un presunto delito de omisión del deber de socorro. La causa continúa abierta a la espera de la autopsia.
Los dos accidentes mencionados forman parte de una extensa lista de casos recientes. El pasado 6 de julio, dos mujeres fueron atropelladas en la carretera de Petra por un conductor de 26 años, sin carné y con antecedentes, que conducía ebrio y se dio a la fuga. Fue arrestado horas después y pese a la gravedad del caso, fue puesto en libertad al día siguiente por el juez de guardia de Manacor.
El 12 de mayo, un motorista embistió a un niño de cinco años en la calle Aragón. El pequeño cruzaba la calle con su madre y sufrió una posible fractura de mandíbula. El conductor desapareció sin auxiliarle. Y el 4 de mayo, tres mujeres —dos españolas y una mexicana— fueron arrolladas a la salida de una discoteca en el Paseo Marítimo de Palma. El conductor huyó dejando a las víctimas tendidas en el asfalto; dos de ellas sufrieron heridas graves.
El 27 de abril, otro motorista, de 56 años, perdió la vida tras chocar contra un coche que frenó en seco en el Camí de Can Capó. La conductora huyó a pie sin prestar auxilio y fue detenida poco después en Son Oms.
¿MIEDO O ALCOHOL?
Los motivos que empujan a huir son diversos, pero los agentes coinciden en que muchos de los implicados intentan evitar consecuencias más graves: positivos en alcohol o drogas, carecer de seguro obligatorio o tener el carné retirado. Sin embargo, la mayoría alega miedo o desorientación tras el impacto, aunque en muchos casos el vehículo se abandona sin más en el lugar de los hechos.
Gran número de conductores alega "miedo" o "bloqueo". Pero detrás de ese impulso suele esconderse una infracción más grave: alcoholemia positiva, consumo de drogas, conducir sin permiso o sin seguro. Y lo saben. Algunos dejan el vehículo en el lugar y huyen a pie, sin avisar a los servicios de emergencias ni atender a las víctimas, consumando el delito de omisión del deber de socorro. Se trata de un ilícito penal castigado con prisión de seis a 18 meses cuando la víctima lo sea por accidente ocasionado de forma fortuita por quien omitió el auxilio. Pero si el accidente se debe a una imprudencia, la pena será de seis a cuatro años de cárcel.
FINES DE SEMANA
Los fines de semana, las fugas se disparan. En el depósito de Son Toells se acumulan los coches sin conductor tras un accidente. “Muchas veces son los padres quienes vienen a recogerlos. Sus hijos conducían, y casi siempre con alcoholemia”, relatan fuentes de la Policía Local de Palma.
Las cifras oficiales muestran una realidad preocupante: en 2024, el 30 % de los accidentes en Palma terminaron en fuga. De los 1.145 siniestros registrados, 92 dejaron heridos. En 2023 fueron 1.349, con 104 lesionados. En los primeros seis meses de 2025, la tendencia no ha cambiado y ya se han registrado varios casos graves.
Estas cifras consolidan una tendencia que lleva años creciendo. En 2013 se contabilizaron 403 fugas, en 2014 fueron 629 y hoy, la media se sitúa en tres fugas al día solo en Palma.
Incomprensiblemente, la DGT no proporciona datos de siniestros con fuga.
PROBLEMA GRAVE SIN SOLUCIÓN
Pese a la magnitud del fenómeno, la respuesta judicial es casi simbólica. Según la Memoria 2024 de la Fiscalía de Baleares, durante 2023 10 personas cumplieron pena de prisión por omisión del deber de socorro y únicamente una por abandonar el lugar del accidente.
Sin embargo, los agentes lamentan que huir salga “muy barato”. Si el accidente solo deja daños materiales, la multa ronda los 200 euros —100 con pronto pago—, muy por debajo de las sanciones por conducir ebrio, drogado o sin papeles. La sensación, reconocen, es de impunidad.