El PP presentó a Mateu Isern como candidato a alcalde de Palma. El hombre, un abogado de Palma, no tiene antecedentes en política, por lo que no parecería posible atacarlo. ¿Qué no? Sí, ya sin haber hablado, este fin de semana era objeto de todo lo que podía ser objeto por parte de la prensa independiente: bromas a partir de una foto tonta, críticas por haber dicho que habla en castellano a quien le pregunta en castellano y en mallorquín a quien le pregunta en mallorquín (como la enorme mayoría de la gente normal), sugerencias de que ha trabajado en la banca y, lo peor, ese reloj que lleva en la muñeca. Como la propiedad de un reloj Rolex (si es que es de esta marca) debe ser hoy en día algo tan de minorías como ser propietario de una isla en el Caribe, la prisa por atacar a Isern ha llevado a asociarlo con un supuesto elitismo. Ustedes verán: llegará un día en que habrá motivos suficientes para criticar a Isern, como también ha llegado el día en que sabemos cómo es Calvo. Pero lo que es bastante poco sugerente es que las críticas sean la bienvenida. Por lo menos, 'mostren es llautó'.
