"Quien esté acostumbrado a hacer actividades descalzo, las puede hacer y no les dará problemas, pero quien no lo esté, debe hacerlo con mucha progresividad", afirma Víctor Alfaro, podólogo del primer equipo del Real Madrid C.F., quien añade que se debe empezar con paseos cortos y después ir incrementando el tiempo.
Entre los beneficios del descalcismo, siempre y cuando sea en superficies no rígidas, Alfaro destaca la mejora de la propiocepción (sentido que permite saber en qué posición están nuestras partes del cuerpo) y de la musculatura intrínseca del pie, la liberación de los pies del efecto del calzado y, en lugares como la playa, la mejora de la circulación sanguínea.
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) recomiendan que esta práctica se entrene de manera previa y progresiva en un entorno controlado.
"Andar por la arena seca puede ofrecer cierta inestabilidad al tobillo, es más recomendable que en el período de transición y fortalecimiento de pie y tobillo, se realice por la parte de arena que está mojada", apunta el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV, Jorge Escoto, según un comunicado del Colegio de Podólogos.
En esta misma línea, Víctor Alfaro desaconseja completamente que alguien que no está acostumbrado a andar descalzo, haga un paseo de, por ejemplo, cinco kilómetros por la playa: "Posiblemente le vaya a aparecer una fascitis plantar o una lumbalgia, entonces hay que hacerlo con moderación".
Alfaro incide en que "hay que aprender a escuchar al cuerpo" y usar el "sentido común", por lo que si el andar descalzo te provoca malestar en los gemelos y en las lumbares es porque no se está tolerando y hay que reducir esta práctica.
PERJUDICIAL PARA DETERMINADOS PERFILES
Las personas con pies planos van a acumular una "fatiga mayor" andando por la playa. Esto no quiere decir que no puedan hacerlo, sino que deben saber qué tipo de pie plano tienen para saber qué les beneficia: "Si es un pie plano flexible, le va a venir bien hacer trabajo descalzo, siempre hecho con control y si es rígido, es cierto que si abusa, puede ser perjudicial", ha apuntado Alfaro.
Tampoco es 100 % aconsejable en el caso de las personas con un exceso de curvatura de la planta del pie, los llamados pies cavos, porque, según indica el ICOPVC, "las fuerzas del cuerpo recaen principalmente en la zona del talón y zona metatarsal y no realizan una distribución equilibrada del peso".
En cuanto a las personas que padecen diabetes puede llegar a ser peligroso porque pierden sensibilidad: "A un paciente diabético de larga duración se le puede generar una herida a causa de una piedra porque no note sensibilidad en el pie", asegura el podólogo del Real Madrid, quien lejos de prohibir que anden descalzos, aconseja que sea siempre en un entorno seguro.
ZAPATOS BEARFOOT: BIEN PARA ACTIVIDADES DE BAJA CARGA
Víctor Alfaro aconseja que el zapato "bearfoot", llamado también calzado minimalista y que simula la sensación de andar descalzo, es adecuado si haces actividades de poca carga sumado a una buena transición entre zapatos.
"No viene bien para una persona que habitualmente ha llevado, por ejemplo, tres centímetros de tacón, porque en el momento que baje al suelo, se va a quejar", añade el podólogo, quien advierte que esta práctica puede provocar fascitis plantar.
Eso sí, si vas a llevar un zapato de verano, el requisito fundamental es que lleve una tira para sujetar el talón porque si no corremos el peligro de "forzar mucho más la musculatura" y tener una lesión.