Catalina Cabrer ha tomado este lunes las riendas de la Conselleria de Trabajo, Función Pública y Diálogo Social, marcando como prioridades de su gestión la transición económica de Baleares, la mejora de la calidad del empleo y el desarrollo efectivo de la Ley balear de Conciliación.
Durante el acto de traspaso de cartera, en el que ha recibido las competencias de Empleo y Función Pública de manos de Alejandro Sáenz de San Pedro y Antònia Maria Estarellas, respectivamente, Cabrer ha asegurado afrontar esta etapa con “mucha ilusión, ganas y trabajo”. No es una recién llegada: ya formaba parte del equipo desde la Secretaría Autonómica de Empleo, donde ha trabajado durante los dos primeros años de legislatura.
“La calidad del empleo es un objetivo prioritario. Se trata ahora de consolidar todo lo hecho hasta ahora y seguir avanzando”, ha manifestado la consellera. Pero ha sido especialmente clara al referirse a la conciliación familiar y laboral: aunque ha destacado que la ley aprobada por el Parlament es “pionera”, ha reconocido sin rodeos que “queda mucho por hacer”. Precisamente por ello se ha creado una Dirección General específica para desarrollar esta normativa.
En el ámbito de la transición económica, Cabrer ha señalado que su departamento dotará de estructura y recursos a este reto, que considera “clave” para el futuro de las Islas. “Tenemos mucha ilusión por esta tarea y estaremos acompañados por todos los interlocutores del Pacto por la Sostenibilidad de Baleares”, ha avanzado.
Por su parte, Alejandro Sáenz de San Pedro, que hasta ahora acumulaba Empleo y Energía bajo la cartera de Empresa, continuará como conseller de Empresa, Autónomos y Energía. En este nuevo enfoque, el papel de los autónomos cobrará más protagonismo.
“Baleares es tierra de autónomos”, ha recordado, destacando las convocatorias de ayudas ya puestas en marcha durante su etapa anterior. “Ahora se trata de poner en valor su trabajo y reforzar su papel en la economía balear”, ha añadido.
Con este relevo, el Ejecutivo refuerza el perfil de Trabajo y abre una nueva etapa para consolidar las políticas laborales, dar contenido real a la conciliación y pilotar una transición económica pactada y dialogada. Cabrer, con experiencia previa en la gestión y las relaciones laborales, asume el reto.