Acaba de entrar el otoño y las lluvias con él, a menudo más intensamente de lo que sería deseable, pero en todo caso son bienvenidas en unas circunstancias de fuerte y persistente sequía. La temporada alta turística toca a su fin y pronto habrá datos exactos tanto de ocupación hotelera como de gasto por turista, lo que permitirá sacar conclusiones acerca de la productividad y rentabilidad de la temporada turística.
Sin embargo, ya se puede concluir que esta temporada ha sido exitosa y que la satisfacción es generalizada entre los empresarios del sector turístico. La mayoría de negocios ha funcionado bien y los beneficios han sido importantes. Baleares ha aprobado con nota, pese a la sensación de mucha gente de sobreocupación y saturación, más acotada en una apreciación subjetiva que en un dato objetivo. Aunque dicha sensación parece haberse agudizado por la gran afluencia de público, no es algo muy distinto a lo que ha venido sucediendo cada temporada alta muchos años atrás.
La mayoría de negocios ha funcionado bien y los beneficios han sido importantes
La industria turística ha soportado exitosamente una temporada turística complicada y donde se han batido records de llegada de visitantes, con las incomodidades que eso acarrea para los residentes. Sin embargo, los aspectos positivos de este fenómeno, que tan a menudo se omiten, suponen la creación de muchos puestos de trabajo y la principal -y única- fuente de ingresos de muchas familias para vivir durante el invierno. De ahí que Baleares esté a la cabeza del crecimiento económico y de la generación de empleo en toda España.
En pocos días la sensación de saturación será solo un recuerdo y los turistas continuarán visitando nuestra comunidad en temporada baja, alargando los meses de actividad con lo que eso supone de aumento de cotización de los trabajadores y de mayor actividad económica. Se constata que Balears es un reloj suizo, perfecto y riguroso, que hace funcionar su industria turística con exactitud y precisión, algo de lo que hay que sentirse orgullosos como sociedad y ser conscientes de que toda intervención en este complejo mecanismo, debe estar sometida a la reflexión profunda y serena, y al consenso para garantizar el éxito. De lo contrario, se puede incurrir en errores con consecuencias lesivas de graves consecuencias y muy difícil reparación.




