Podemos ha remontado y Ciudadanos ha sufrido una debacle. Estos han sido los resultados más sorprendentes que ha arrojado la jornada electoral si tomamos como referencia los sondeos demoscópicos de la semana previa. En cambio, si nuestro punto de partida es la conversación de Mariano Rajoy con Merkel, Hollande y otros presidentes europeos no ha habido sorpresa alguna. Hay que ver.
De todos modos, dejo los análisis de futuros pactos a mis compañeros de columna para dedicar este humilde espacio a las papeletas monolíngües ilegales de Ciudadanos en Baleares. Según se resuelva la impugnación de estas papeletas realizada por varios partidos, el error -lo calificaremos así- puede costarle caro a la candidatura isleña del partido de Albert Rivera.
Lo más gracioso del tema es que a Ciudadanos el problema le venga por un tema de idioma. Y resulta curioso porque si bien en el Partit Popular son muchos los que no secundaban la cruzada lingüística de Bauzá, en Ciudadanos existe unanimidad en su militancia en reivindicar una educación trilingüe español-inglés-balear (o como quieran llamar al engendro).
Lo menos gracioso es que un partido cuyo líder evitaba pronunciarse sobre un pacto postelectoral arguyendo que su objetivo era gobernar, haga caso omiso a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) en cuanto al formato de las papeletas electorales. ¿Se puede postular para gobernar un partido que no actúa en observancia de la ley electoral?
Si el sr Rivera reivindica que en Catalunya se tiene que respetar la ley -donde por cierto las fuerzas pro-referéndum han arrasado- él debería de empezar dando ejemplo no enviando a las casas papeletas que no son conforme a ley. Aunque claro, sabiendo lo que se piensa en sus filas, a buen seguro que algunos se mostrarán indignados ante la posibilidad de perder votos por una minucia como es defender una lengua que no reconocen.