Esta semana se celebra el día festivo nacional del 15 de agosto. Fiesta en España y también en Italia, en donde nació esta tradición que se conoce con el nombre de Ferragosto. Su nombre deriva de Feriae Augusti, es decir, el día de feria de Augusto, Fue este emperador, Octavio Augusto, el que se dedicó a sí mismo un día de fiesta de todo el imperio para celebrar el final de las labores del campo. En Italia todo el mundo dedica el día a viajar al campo o a la montaña y dedicarse unos días a la fiesta, el amor y la comida. Cuando la Iglesia de Roma gestionó el calendario religioso, ya que en Roma era día de fiesta, decidieron que fuese la exaltación de la Virgen María. Que se celebrase su muerte y asunción al cielo en cuerpo y alma. Asunción, ya que María no sube al cielo por sí misma, es Dios o Jesucristo, quienes la elevan, la ascienden al cielo para que siga eternamente junto a Dios, padre y a Dios hijo. Es una festividad que pasa de largo ante los ojos curiosos del lector, ya que la gran mayoría de personas, creyentes o no, solo se acuerdan del día de la fiesta, pues es el único día del mes de agosto, en que se puede uno montar un día de fiesta e incluso un puentecito.
En Mallorca, la tradición religiosa nos sitúa en el siglo XIV, cuando empiezan las manifestaciones marianas de ensalzamiento de la figura de la reina de agosto, la madre de Dios y la virgen eterna. Aún se conservan muchas de las tradiciones relacionadas con este día. Por ejemplo, els Llits de la Mare de Déu. Son unas 80 representaciones de la cama en la cual descansaría María en el momento en que Dios la eleva al cielo. Se la representa coronada como la reina de la humanidad. Vestida con las mejores galas, acompañada de querubines, ángeles y elementos patrimoniales que destacan su figura y su poder terrenal. Junto a la exposición del Llit, se fueron sumando actos teatrales, musicales y de baile folklórico en la presentación de estos lechos durmientes. Els cossieres, en los pueblos en los que aún bailan, son los más aclamados por el público que asiste a las representaciones. Por cierto, el llamado misterio de Elche pertenece a los actos que desde el siglo XV se celebraran en las parroquias, que no en las catedrales ni basílicas del Mediterráneo español.
Curiosamente, este día de fiesta no se celebra. Uno aprovecha la festividad para darse un homenaje, pero no reflexiona ni analiza nada que esté relacionado con el hecho de la asunción de María. Para los católicos e historiadores, el Concilio de Trento es el momento de la historia de la Iglesia de Roma, en el que se ponen las definitivas bases de la actual religión. Aquí es donde la figura de María, tiene tanta importancia. En esos años, la Reforma Protestante había provocado casi la desintegración de la iglesia católica, que había quedado en manos de demonios con mitra. Obispos, arzobispos y papas que se habían cargado la idea de una nueva fe y esperanza, para, al igual que hoy en día, hacen los políticos para colocarse en el catafalco del poder y robar todo el oro que se pueda. Lutero tenía razón, y todos los que acusaron a la iglesia de Roma de ser un nido de víboras, también. La fe en Dios fue sustituida por el derecho de pernada, el poder del dinero y de las armas y el concubinato con infantes, niños y niñas, hombres y mujeres, y damas y cortesanas. Si pierde unos minutos de su vida, estimado lector, y se ilustra sobre lo que pasaba en la iglesia de Roma en el siglo XVI, seguro que le da un síncope. Trento buscó la solución al problema de la Reforma protestante y la encontró en una de las figuras más humanas de la historia universal: María, la madre de Jesús. Celebremos el ferragosto, vámonos a la playa, a comer una buena paella mallorquina y a bebernos un excelente blanc de blancs, de Macià Batle. Per molts d’anys.





