La inauguración se ha llevado a cabo con una comida de prensa que ha reunido a periodistas y creadores gastronómicos locales. El encuentro ha servido para presentar su propuesta de cocina tradicional reinterpretada y ha reforzado el compromiso del grupo con la dinamización gastronómica y turística de la ciudad durante todo el año.
Con 21 años de trayectoria, Diecisiete Grados se ha consolidado como un referente en la restauración palmesana gracias a una cocina honesta, de producto y con alma vasca. A lo largo de su historia, el restaurante ha impulsado acciones gastronómicas temáticas —como jornadas de calçots, maridajes o menús de temporada— con el objetivo de mantener viva la actividad culinaria más allá del verano y ofrecer siempre nuevas experiencias a sus clientes.
El menú de esta inauguración, basado en una reinterpretación del cocido madrileño y asturiano, ha combinado los ingredientes clásicos de ambos recetarios con producto local de Mallorca como el aceite y las verduras de proximidad. La iniciativa ha buscado unir tradición, calidad y creatividad, demostrando que los grandes platos de cuchara también pueden evolucionar sin perder su esencia.

Durante su intervención, el co-propietario de Diecisiete Grados, Pau Bestard, ha subrayado el papel clave de la gastronomía como eje de desarrollo urbano y turístico. En este sentido ha explicado que “nuestro objetivo es revitalizar esta zona de Palma y ofrecer cocina de calidad más allá del verano".
La restauración, ha añadido, "no puede depender únicamente del turismo estacional, el verdadero sello de calidad lo da el cliente local y el visitante que busca experiencias auténticas durante todo el año”, ha afirmado.
Con esta propuesta, Diecisiete Grados y el Grupo Palma Ocio han invitado a redescubrir la cocina tradicional en clave contemporánea, utilizando la temporada de cocido como punto de partida para generar experiencias que fomenten la afluencia de comensales locales y visitantes también en los meses más fríos.
El restaurante ha expresado su deseo de que esta acción marque el inicio de una nueva etapa en la que platos, historias y momentos compartidos alrededor de la mesa se conviertan en un motor cultural y gastronómico para Palma, reforzando su posición como un destino gastronómico dinámico, sostenible y activo durante todo el año.








