La Caja del Mediterráneo (CAM), la que peor salud tiene del sector, ha iniciado sus recortes en gastos de personal y de oficinas, lo que conllevará la salida de 973 empleados, representantes del 14% de su plantilla, de los que la mayoría serán prejubilaciones. La caja alicantina, que es dueña del 6% de Meliá Hotels International, y que además tiene concedidos préstamos millonarios a un sinfín de hoteleros y promotores mallorquines, sufrirá a partir de este junio las primeras 250 bajas de plantilla, que se sucederán a lo largo de lo que queda de este año y del próximo. De las salidas previstas, 853 se realizarán mediante prejubilaciones, a las que se pueden acoger los trabajadores de más de 55 años y que además tengan una antigüedad de al menos diez años en la caja, de acuerdo con el diario Expansión. La mayor parte de las bajas de empleados prejubilados, concretamente 591, están previstas dentro la red de oficinas, mientras que 201 trabajadores abandonarán los servicios centrales y otros 61 procederán de las direcciones de apoyo a la red. El resto de las salidas tienen un origen aún por determinar. Sin embargo, los recortes a los que está obligada la caja alicantina no afectarán en gran medida a Baleares, donde no está previsto ningún cierre de oficinas y sucursales, según ha asegurado esta semana El Economista. La CAM cuenta en las Islas con una fuerte implantación, tanto en Mallorca como en Ibiza, y entre sus altos directivos figuran conocidos profesionales mallorquines que han venido marcando con sus colegas valencianos la pauta inversora en la hotelería y el ladrillo español.





