La fusión fría entre la CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura vive momentos críticos. Estas tres últimas consideran que la "alta morosidad" de Caja Mediterráneo, su exposición al sector del "ladrillo" y su solvencia obligan a revisar el reparto de capital de la unión que proyectan o, de lo contrario, se plantean dejar fuera a la caja alicantina. Este hecho dejaría a CAM en una posición muy débil, ya que según fuentes del mercado se vería abocada a una intervención por parte del Banco de España con su nacionalización, según publica expansión. Sin embargo, la CAM ha asegurado que "no es cierto" que "se ha roto" el SIP con Cajastur, Caja Castilla, Caja Cantabria y Caja Extremadura y que el paso pendiente para la segregación de activos y pasivos a Banco Base está previsto que sea aprobado en la Asamblea General de la caja, prevista para el próximo 30 de marzo. La dirección de la caja ha emitido una circular interna en la que desmiente las informaciones aparecidas en prensa sobre una supuesta ruptura del SIP.
