La izquierda aseguraba al principio de legislatura -así lo leí yo en varios medios- que cualquier iniciativa que se llevase al Parlament tenía que estar consensuada para evitar dar mala imagen ante los ciudadanos. No podía ser que el Bloc presentase propuestas por libre, y lo mismo para socialistas y uemitas. Desde hace tiempo importa bastante poco lo que ocurra en el Parlament, donde no van ni los presupuestos, pero es sorprendente que, sin ningún tipo de pudor, el Bloc vote lo contrario de sus actuales socios, los socialistas. El PP presentó una propuesta en la Cámara para cuestionar la financiación de BalearEs y tuvo el respaldo del Bloc, pero los votos en contra del PSOE. Estas cuestiones pueden parecer menores en las actuales circunstancias políticas y económicas, pero son una muestra muy clara de que el Pacte ya está muerto, sin vida, y los socios ni se respetan. Lo peor de todo es que harán todos los esfuerzos posibles para reeditarlo si el PP no obtiene mayoría absoluta en las próximas elecciones de mayo.
Actualidad




