El cuadro de Caravaggio, “Morte Della Vergine” , tuvo un problema serio. El artista empleó como modelo al cadáver de Anna Bianchini, una prostituta ahogada en el Tíber. Esto de las y los modelos en el arte ha sido un asunto un tanto confuso durante los siglos que llevamos pintando señores y señoras desnudas.
El desnudo tiene en el arte dos objetivos. Durante su enseñanza, el estudio de la anatomía y su reflejo lo más natural posible. El otro, una vez el pintor ya es un profesional, es un poco más complejo, pero ya se imaginarán que tiene una percepción más lúdica, sobretodo para el espectador o el que lo compra o encarga.
Los Habsburgo españoles tenían una “colección privada” proporcional al concepto de pecado imperante. Así los temas pictóricos de entonces que tenían como temática al ser humano, a excepción de los retratos, eran o religiosos o mitológicos. Teniendo en cuenta lo aberrados y degenerados que eran los dioses y diosas del Olimpo (y ya no te cuento los romanos), ya se podrá imaginar el lector, que el color, texturas, proporciones y la “psicología del personaje” era lo que más interesaba, ya fueran con Lluvias de Oro, Cisnes fornicantes o “Venuses”. Nada ejemplarizante, si los comparamos con las versiones erótico religiosas de la Magdalena o algún éxtasis (orgasmo) teresiano, como el de Bernini.
A medida que la cosa avanzaba, la cuestión de los y las modelos no lo hacía, y los artistas seguían pintando desnudos como podían y recurrían a esposas, novias, o amantes. La más famosa fue Suzane Valadón, que fue musa, modelo y amante de prácticamente la totalidad de los Impresionistas franceses y Modernistas españoles del momento residentes en París. Cosa que me parece muy bien, y allá ella y sus tragaderas, para encamarse y soportar a tanto borracho, opiómano y maniaco depresivo.
Ya en el siglo XX , con la liberación femenina después de la Primera Guerra Mundial, la cosa de las modelos se profesionalizó y se contrataban a las modelos de ateliers de moda o a actrices de teatro, que tenían claro lo del desnudo por “exigencias del guión”.
Pero vemos que hoy la cosa se está complicando. La facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla ha vuelto a sacar a licitación de manera urgente la contratación del servicio de modelos en vivo, un recurso didáctico esencial para las enseñanzas artísticas. Por lo visto ahora, se contratan modelos a través de licitación a una agencia y con un presupuesto de 339.010,20 euros.
Con este dinero se deben cubrir los honorarios de 19 modelos. La empresa adjudicataria además, tiene la obligación de suministrar todo el material auxiliar necesario, incluyendo albornoz o indumentaria para cada modelo, colchonetas, telas, prismas de distintas dimensiones, palos, cuerdas, pelotas, aros de gimnasia, focos con pie, sillas, escaleras de 2/3 peldaños, y, fundamentalmente, radiadores de aceite portátiles y ventiladores de pie giratorios de uso individual para el modelo.
A mi no me salen los números. Así a pelo calculo que cada modelo se saca por sesión de tres horas y vete tu a saber cuantas sesiones, menos de 5.000 € al año, descontando los honorarios, gastos, comisiones e impuestos de la agencia. Total una miseria y claro, para eso mejor posar para OnlyFans o las del tipo PornoHub.
Encima no pueden tener tatuajes (¿Quién no los tiene hoy en día?), deben garantizar la calidad del servicio y la mayor variedad de perfiles y características físicas diferentes y se exige que los modelos tengan experiencia en expresión corporal y posean la capacidad suficiente a nivel técnico y de comportamiento para desempeñar sus funciones. ¡Encima con exigencias interpretativas!.
No se descarta que finalmente los propios alumnos y alumnas puedan posar como modelos, que es lo que puede pasar, pero entonces podemos encontrarnos con algo peor: la difusión de imágenes en chats y el consiguiente cachondeo o acoso, según el caso.
Otra opción, es que compren maniquíes de fibra de vidrio de escaparate, en plan película distópica de Stanley Kubrick, ya que si la tercera opción fuera volver a contratar como modelos a Trabajadoras Sexuales como en el barroco, tampoco me salen los números. En esto de las Trabajadoras Sexuales, hay calidades y calidades, y entre nosotros, Lo barato sale malo, aparte de que se puede desvirtuar el desnudo artístico y estudio anatómico, si el o la modelo es Transgénero y no lo avisa previamente.
Temo que durante un par de años al menos, la producción de los jóvenes artistas de la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, oscilará entre el Abstracto Onírico y el Expresionismo y el Arte Cinético.
Jorge Llopis, director de pecadosdelarte.com




