El levante menorquín, y concretamente la urbanización de S'Algar sufrieron la violencia del fuerte temporal de viento y lluvia que durante el viernes y el sábado azotaron la isla.
Incredulidad y gestos de admiración entre las muchas personas que este domingo se acercaron hasta S'Algar para ver el devastado paisaje que dejó el temporal. El fuerte oleaje, con olas de hasta 5,9 metros, y el viento de levante, que sopló con rachas de hasta 105 km/h, provocó importantes daños en viviendas y material urbano.
Los chalets de primera línea de mar presentaban evidentes desperfectos, con tejados levantados, puertas y ventanas arrancadas, e incluso muros enteros de pared seca totalmente destrozados.
Pero quizá lo más impactante fueron los daños provocados en el paseo marítimo. Tal fue la fuerza de los embates de la mar que hasta el muro de cemento que delimita el paseo pareció arrancado de cuajo. El oleaje consiguió también parte de la acera, desplazándola varios metros de su ubicación.
La alcaldesa de Sant Lluís, Montse Morlà, junto con la regidora de Servicios Sociales, Teresa Borràs, se personaron este domingo por la mañana esta el lugar para tomar fotografías de los desperfectos y evaluar la cuantía de los daños.
También acudieron la presidenta del Consell, Maite Salord, y la consellera de Servicios Generales, Cristina Gómez, quien aseguró que desde su departamento se está trabajando para evaluar los daños causados en toda la isla. Gómez confirmó también que el servicio de Bomberos realizó hasta 20 intervenciones durante el fin de semana.
La siguiente galería deja al descubierto la magnitud de las consecuencias del temporal:
