Un total de 3.000 personas, en un 20 % menores de 16 años, necesitaron el año pasado la ayuda de Cáritas para cubrir la necesidad básica de alimento, según la Memoria 2015 de Cáritas Diocesana de Ibiza y Formentera, presentada por la entidad. En total, se repartieron 74 kilos de comida en la sede de Cáritas diocesana, en las casas parroquiales de Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Jordi, y también en Fora través de sus tres parroquias. Los alimentos procedían del Fondo Europeo para personas desfavorecidas, así como de empresas y particulares de Ibiza.
La memoria, presentada este miércoles por el director de Cáritas, Joan Marí, por el delegado episcopal, Miguel Ángel Sánchez, y por el coordinador, Gustavo Gómez, indica que aunque los números indican el crecimiento positivo de la economía nacional la realidad diaria es que apenas ha disminuido la cantidad de personas que "de una u otra forma necesita ayuda".
En este sentido, el año pasado fueron atendidas 1.500 personas, 70 menos que en 2014, lo que Cáritas considera "el fiel exponente de la otra cara de la isla, donde la desigualdad cada día es más patente y las dificultades para poder salir de la exclusión cada vez más pronunciadas".
Entre los distintos programas de Cáritas, se encuentra el de acogida, que ha recibido a 594 personas, un 10 % más que en 2014, y ha repartido más de 30.000 euros en ayudas económicas.
Por el centro de personas sin hogar, han pasado 230 personas, siendo el perfil medio un hombre español de entre 30 y 50 años sin vínculos familiares. Ha aumentado la presencia de ciudadanos españoles en los últimos cinco años, pasando del 37 % del total en 2010 al 53 % en 2015.
En los comedores sociales se han servido 30.000 menús a lo largo de todo el año, para casi cien personas por día, entre el comedor de Cáritas, el albergue, y en las sedes de la entidad de Sant Antoni y Santa Eulària.
En el programa de orientación y mediación laboral, Cáritas ha recibido a 410 personas, consiguiendo la reinserción de 41 de ellas, el 10 % de todas las atenciones. Como datos significativos, el 65 % son mujeres, y casi el 50 % de las personas atendidas son españolas y otro porcentaje similar son de nacionalidad latinoamericana, con una mínima representación de otras nacionalidades.
La entidad pone especial atención al colectivo de mujeres a través de los programas de empleo, ya que sigue siendo "con diferencia el grupo más castigado por la falta de trabajo", al igual que los mayores de 45 años, que sólo por la edad "tienen menos oportunidades y más riesgo de exclusión".








