Un despacho amplio con una silla enfrente de otra, una mesa de gran tamaño repleta de papeles y con un tintero de época en el centro. Carlos Gómez, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, recibe, con el brazo en cabestrillo, a mallorcadiario.com. Sin toga, sin formalismos, tratando de ofrecer cercanía y preparándose para tratar de ofrecer luz en las sombras que amenazan a la justicia de Baleares.
Con la determinación de quien lleva años al frente de una institución sometida a presión constante, Gómez recibe a sus invitados con una sonrisa entrecortada. Son días complicados en Justicia. El ambiente en los juzgados es de cambio, enrarecido —y también de incertidumbre—. La nueva Ley de Eficiencia Procesal, que entra en vigor a partir de hoy y que ha sido aprobada tras años de intentos fallidos, marca un antes y un después en el funcionamiento de la justicia. Esto ha provocado un choque entre jueces y abogados que no ven nada claro este cambio. Pero para Gómez no hay debate, “el sistema judicial no podía seguir así”.

"Entiendo la incertidumbre pero hay que trabajar para adaptarse a la nueva ley"
Este pulso entre abogados y jueces ha saltado al mundo mediático después de que se conociera la noticia, por parte de mallorcadiario.com, de que 1.000 demandas diarias estaban colapsando los juzgados de lo civil de Palma. “Hemos notado este aumento, pero teníamos previsto que esto podía pasar, hay que tratar de trabajar para aclimatarse a este nuevo funcionamiento”, señala el juez balear.
Se acomoda en la silla y pese a la banda que le limita el movimiento de su antebrazo izquierdo, Carlos Gómez asegura que esta nueva norma puede ayudar a reducir el colapso judicial especialmente por dos vías: permite crear plazas sin necesidad de abrir nuevos juzgados y promueve mecanismos alternativos de resolución de conflictos (MASC). Pero no será fácil. “Somos un colectivo muy resistente a los cambios. Y lo entiendo. Cuando se aprobó la Ley de Enjuiciamiento Civil en 2000, hubo el mismo temor. Hoy nadie discute que fue un avance”, recuerda Gómez, con tono sereno pero firme.
Los MASC, “pueden ser una oferta vinculante, una negociación entre abogados o incluso una solución extrajudicial. Lo importante será saber distinguir qué es un MASC y qué no. Porque si no lo acreditas, la demanda ni siquiera se admite a trámite”, advierte.

"No contamos con un gran número de mediadores y podría complicar la norma pese a que hay mecanismos alternativos"
Entre estos MASC, se encuentra la mediación, un apartado que preocupa a Gómez, ya que actualmente en Baleares “no contamos con un gran número” de profesionales especializados en este ámbito y esto "podría complicar la aplicación de la norma". Un problema con el que está de acuerdo el Colegio de Abogados de las Islas Baleares (ICAIB) y del que ya alertaron a mallorcadiario.com. Pero de todas maneras Gómez asegura que es necesario "trabajar en la adaptación”, para lograr el mejor funcionamiento de la norma.
¿Y esto supondrá un coste añadido para los ciudadanos? “Puede suponerlo, pero también puede ser un ahorro. Si evitas un juicio, te ahorras tiempo y dinero. Si lo haces bien, es más económico que un proceso”.
UN SISTEMA QUE NO DA MÁS DE SÍ
Lo que sí preocupa es la falta de criterios comunes. “Me inquieta que cada abogado interprete la ley de una forma distinta. Pero eso pasa con todas las normas nuevas. Poco a poco se irá asentando”, confía.

Y frente a quienes ven en esta ley una grieta entre jueces y abogados, Gómez lo niega con rotundidad: “No hay tensión. Hay incertidumbre. Pero también la hubo en 2000, y hoy aquella ley es básica para nuestro sistema”.
"El verdadero cuello de botella está en la falta de jueces y es necesario una mayor inversión"
El presidente del TSJIB lo dice claro, la actual estructura judicial está obsoleta. “Tenemos 80 oficinas judiciales distintas en Palma. Cada una con su juez, su jefe y su personal. ¿Tiene sentido esto en el siglo XXI? No. Necesitamos una oficina común, un modelo de tramitación más racional”.
Y es precisamente en este momento, donde Gómez recurre a una de sus reivindicaciones más exhibidas en los medios de comunicación en las últimas semanas: “sin financiación no es posible conseguir un cambio”.
“El verdadero cuello de botella está en la falta de jueces. Esta ley permitirá crear plazas más fácilmente, pero el Ministerio debe poner el dinero. Si no, nada cambiará” asegura el presidente del TSJIB.

VIOLENCIA DE GÉNERO: MEJORAS, PERO AÚN INSUFICIENTES
Gómez cruza las piernas y se reacomoda en su asiento, otro de los ejes de la entrevista es un tema complejo: la atención a las víctimas de violencia de género. Hasta hace unas semanas, los jueces de esta sala reclamaban la presencia de un nuevo juez. Al final, esta demanda ha sido posible, un hecho que favorecerá a que se pueda enjuiciar de una forma más ágil. “Gracias a esta nueva jueza podremos cubrir el turno las 24 horas”, señala Gómez.
"Veremos en 2026 si hace falta más personal. De momento, es una medida urgente que valoro positivamente"
Con la creación de una cuarta plaza, se podrá instaurar una guardia permanente. Es un paso importante, aunque insuficiente. “Es pronto para saber cómo se redistribuirán los asuntos entre los juzgados. Veremos en 2026 si hace falta más personal. De momento, es una medida urgente que valoro positivamente”.
Sobre las declaraciones de la ministra María Jesús Montero reaccionando a la sentencia de Dani Alves, Gómez es contundente: “no se puede poner en tela de juicio la presunción de inocencia”.
¿LA JUSTICIA ESTÁ POLITIZADA?
Cuando se le pregunta por la creciente percepción de que la política interfiere en la justicia, Gómez distingue dos planos: el orgánico y el individual. Y en el segundo, es tajante, asegurando que no conoce a ningún juez “a quien le hayan dicho qué sentencia tiene que dictar. La independencia judicial individual está garantizada. Eso es lo esencial”.
"Si no te gusta una sentencia, dime por qué, pero no caigamos en la descalificación personal"
Sí le incomodan las descalificaciones genéricas, ya que considera que no se puede decir que un juez es de derechas o de izquierdas. “Si no te gusta una sentencia, dime por qué. Señala el error jurídico. Pero no caigamos en la descalificación personal”.

PROCESOS JUDICIALES ACTUALES: VIUDEDAD, OKUPACIÓN Y CURSACH
Antes de finalizar la entrevista, desde mallorcadiario.com se le plantean una serie de debates judiciales de fuerte carga social y mediática, como el derecho a pensión de viudedad en parejas no inscritas, la okupación o el caso Cursach. Este último tema parece generar incomodidad a Gómez. Y es que Gómez lamenta el tratamiento informativo de algunos medios. “Se ha publicado que se iba a presentar una querella contra nosotros en el Supremo. Han pasado semanas y no se ha presentado. ¿Tiene sentido anunciar algo que no ha ocurrido?”, se pregunta, apelando al rigor y a la verificación de la información para no dañar la confianza ciudadana en la justicia.
"Somos un servicio público y debemos estar a la altura"
En cuanto a la viudedad, reconoce que no hay una solución clara, ya que el principio de igualdad haría pensar “que debería concederse”, pero si alguien no se inscribe en el registro de parejas estables, “ha optado por un régimen jurídico distinto”, explica. Sobre la okupación, el presidente del TSJIB manifiesta que se trata de un tema complejo y que requiere de soluciones “sin populismos”. Gómez lamenta que deban ser los jueces quienes deban decidir un asunto que debería ser tratado “por el Estado y por los servicios sociales”.
La entrevista termina, como empezó, con sinceridad. Gómez reconoce que la justicia no siempre es ágil ni entendida. Pero sigue confiando en su poder transformador: “La ciudadanía necesita confiar en nosotros. Somos un poder del Estado, sí. Pero también somos un servicio público. Y debemos estar a la altura”.
