Noche estrellada

Todo comenzó con Arancha, Sánchez la presentó como estrella rutilante capaz de enderezar la Organización Mundial del Comercio. Pero, no, no hubo suerte, los señores del cotarro le dieron calabazas a la ministra de Asuntos Exteriores, y su candidatura se estrelló contra el muro de las negaciones. Y llegó después su segundo plato en Bruselas. La otra estrella refulgente, Nadia, con su férrea personalidad, sus másteres y sus “comanders”, fue aupada y recomendada por el presidente Sánchez para presidenta del Eurogrupo. Pero, no, tampoco. A pesar del voto presumiblemente apalabrado, alguno falló y la Nadia con su candidatura favorita se estrelló contra el muro de las negaciones de los líderes “frugales” o “pródigos” de la Comisión. Dos estrellas enarboladas por el líder Sánchez que no han visto cumplidas sus voraces expectativas de éxito. Por lo visto, Sánchez, años ha, tenía razón cuando le endosaba a Rajoy que Alemania no era suficiente. Igual, lo que sí es suficiente es la verdad, la honestidad, la transparencia y el buen gobierno doméstico para aspirar a dirigir una gran casa ajena llamada Eurogrupo. En ella se sentarán, por allá septiembre, esos “hombres de negro” que tanto incomodan al líder Sánchez, sin que la estrella Nadia pueda aportar su esfuerzo en pro de la definición de las medidas anticrisis en la era post-covid.

Pero no acaban con tales fallidos estrellatos los males del líder Sánchez. Sus idas y venidas por las capitales europeas, limosneando ayuda a fondo perdido, parece que no tienen una argumentación sólida. El problema no es otro que la nula fiabilidad tanto de su propia persona, pretendiendo engañar a la Comisión con datos amañados, como su alianza con un elemento que no gusta en modo alguno ni a Austria, ni a Holanda, ni muchísimo menos a aquellos países que vivieron años de penuria, hambre y piojos, con dictadores rojos, o sea, Polonia, Hungría, Chequia… A gobernantes, como el polaco Duda, ni el comunismo ni el populismo del socio preferente de Sánchez les agrada en absoluto. Por tales andurriales, el feminista que roba y revisa y cruje tarjeta de móvil de su asistenta, o lo que sea, no se le ve la coleta. No recibe invitaciones de visita ni llamadas de arrumaco político. Esas bravatas de “gastar, gastar, gastar”, tienen su réplica en boca del primer ministro holandés o austríaco: adopción de reformas concretas, plan de garantía de la estabilidad presupuestaria, reducción del gasto público, austeridad en el ejecutivo, contracción de los chiringuitos estatales, trasparencia en la gestión del gasto, inversión creadora de riqueza, reducción de impuestos, políticas sanas de empleo. O sea, el reverso de la moneda de la actual política derrochadora de Sánchez y sus veintitantos ministros.

Por ahí anda el hombre y su alargado séquito, de aeropuerto en aeropuerto, intentando convencer a los gobernantes “frugales” que es un as de las finanzas, que es capaz de aprobar presupuestos austeros, que su Maquiavelo, Fouché y Rasputín, todo en uno, está perfectamente capacitado para aherrojar al comunista bolivariano que ha perdido escaño tras escaño en los últimos dos años. Y palabra tras palabra, de paso, intenta que esos mandatariossocialdemócratas, liberales o populares, se olviden de la petulancia expresada a Il Corriere della Sera que "jamás se planteó" pactar con Casado.

Así va haciendo amigos el engreído, pretendiendo que no nos demos cuenta de que España y su participación en las instituciones europeas es irrelevante. Solo Borrell y un director general responsable del servicio jurídico, son cargos españoles. Mientras Holanda ocupa Presupuestos, Economía, Política Social, con diez millones de habitantes.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, con su presentado plan, ha logrado que Sánchez se atragante, ya que implica para
España reformas que exigirán renunciar a revertir la reforma laboral, no subir impuestos, no reformar las pensiones, ajustar el gasto público y aprobar un presupuesto en consonancia con todo ello. El objetivo es que exista "vínculo real entre la crisis y el plan de recuperación y asegurar que el dinero va a las regiones y sectores más afectados", explica Michel. Y todo ello acompañado de otra estrella chispeante que no hace sino parpadear, el comunista Iglesias.

Ahora toca cepillarse políticamente a Yolanda Díaz adjudicándole el fracaso en Galicia. La ministra risitas que iba de Estrella Polar ha resultado un fiasco electoral a la gallega. La candidatura Galicia en Común-Anova Mareas, la coalición de Podemos, Esquerda Unida, Anova, Marea Atlántica y Compostela Aberta, ha sufrido el mayor de los varapalos al no lograr ni un diputado y los que tenía los han mandado al paro. O sea, la estrella Yolanda puede ser fugaz dentro del partido regido al “diktat” del macho alfa, que deja rastro de cadáver femenino a su conveniencia política. Es decir, que los intocables Sánchez e Iglesias, y su exitosa carrera gubernamental no parece que hayan logrado ese aplauso tan presuntuosamente seguro de los ciudadanos gallegos y vascos. Quizás sea un adelanto de lo que guardan en su cajón electoral el resto de los españoles; el deseo de otra noche estrellada.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias