Así lo ha señalado Montero en la rueda de prensa telemática para presentar la actualización del Programa de Estabilidad remitido anoche por el Ejecutivo a Bruselas, junto al Plan Nacional de Reformas, que prevé que el déficit público se dispare al 9,2% del PIB este año y la deuda pública al 115,5% del PIB, con una reducción del 5,2% de la recaudación, con 25.711 millones menos, y un alza de 57.765 millones del gasto.
"No está previsto hacer ningún tipo de ajuste en materia del sector público", ha afirmado Montero, quien ha explicado que el Gobierno quiere estimular el consumo y la demanda interna cuando la movilidad pueda estar en su fase de "capacidad absoluta" y los comercios puedan abrir, junto a la actividad productiva.
En este sentido, ha hecho hincapié en que lo "fundamental" es activar la economía, manteniendo en la medida de lo posible las rentas salariales y "sin desarrollar ningún proceso añadido sobre lo previsto a principios de año", ha respondido al ser preguntada sobre si el Gobierno baraja algún ajuste en el salario de los empleados públicos o en el sector público.
LA 'TASA GOOGLE', EN VIGOR EN EL ÚLTIMO CUATRIMESTRE
De igual forma, Montero ha aclarado que el Gobierno "no se plantea ni una bajada ni una subida masiva de impuestos", sino dar trámite "con celeridad" a las figuras fiscales que se encuentran en el Congreso -tasas Google y Tobin-, así como la Ley de lucha contra el fraude fiscal, que está "a punto de entrar" su tramitación.
Según Montero, las tasas 'Google' y 'Tobin' podrían entrar en vigor en el último cuatrimestre del año, aunque "ya no depende del Gobierno", sino de las enmiendas y la tramitación de los grupos políticos en el Congreso.
En este sentido, ha precisado que es más previsible que vea la luz antes el impuesto a los servicios digitales, ya que el relativo a las transacciones financieras conlleva "algo más de complejidad", aunque ha asegurado que igualmente el Gobierno tiene el dispositivo preparado para que se pueda implementar "a la mayor brevedad posible".
Por otra parte, ha señalado que no se ha estudiado un impuesto para las grandes fortunas, aunque el Gobierno considera que las rentas más altas deben contribuir más.