Había una vez una Palma ...
Si les parece vamos a revisionar un poco el transcurrir de los últimos años de nuestra Ciudad. El foco no lo voy a poner en 1936, para eso ya hay centenares de “escritores” “cineastas” y aspirantes a políticos a los cuales les encanta el tema, yo me voy a ir a unas fechas más cercanas para todos, la que algunos de nuestros padres han vivido o nosotros mismos, por ejemplo a partir de finales de los 70.
Palma ya era una ciudad muy visitada, centenares de miles de turistas venían, disfrutaban y volvían a sus países de origen, con el único pensamiento de volver. Cuando los veías de compras por nuestras calles principales, San Miguel, Sindicato, Jaime II, se nos escapaba a veces una sonrisa cómplice, porque sabíamos que esto era bueno para todos “la temporada será buena” era la palabra mágica. En los años 80 los ciudadanos de clase media y media baja se compraban con esfuerzo, pero sin hipotecas a 30 o 40 años sus primeras viviendas.
Las noches de fin de semana, teníamos una Plaza Gomila envidia de toda Europa, en dónde los famosos cruzaban por cualquier esquina, discotecas para bailar, no sólo para “emborracharse”. Teníamos cines por toda la ciudad, después aparecieron decenas de videoclubs, pero en cualquier caso todo ello invitaba a socializar con más gente, viéndoles la cara, estrechando manos y haciendo amigos.
Apenas había un par de barriadas conflictivas en toda la Ciudad, se hablaba el mallorquín y castellano si ningún problema y a esta Isla en su conjunto por todo esto y mucho más se le llamaba la Isla de la Calma.
En el tema de Emprendedores y Pymes, lo teníamos muy claro, emprendía en la mayoría de los casos quien realmente tenía vocación de empresario y socialmente estaba bien visto, no como hoy en día en dónde una mayoría de autónomos lo son por las circunstancias económicas y además ni son ayudados por la Administración ni reconocidos por parte de la sociedad.
Año 2023, Nuestros turistas son vistos con recelo e incluso desprecio por grupos minoritarios pero con el beneplácito de muchos políticos, incluso de los que mandan en la actualidad, tenemos un nivel de inseguridad inaudito para lo que fue esta ciudad, pensar que la Plaza España a partir de las 20h es zona de riesgo, hubiera sido un decir un disparate en 1980.
El coche y sus conductores están demonizados y la “modernidad” del transporte son los “fabulosos” patinetes, que son en muchísimos casos responsables de numerosos accidentes y de que uno tenga que tener ojos en la nuca o un nivel de stress alto a la hora de andar por la ciudad.
Por cierto el andar por la ciudad en los años 80s o ahora es lo mismo, sobre todo en verano “te asas” o como diría el bueno del Casta “te cubas” porque al Ayuntamiento no se le ha ocurrido nunca disponer que en las nuevas construcciones debía de tener algún voladizo o protección para que el ciudadano tenga sombra, de hecho el Paseo Mallorca o Jaime III siguen siendo los mejores sitios para pasear desde los últimos casi “100” años.
Los siento Sr. Hila ya nos puede vender sus tropecientas mil obras, su “estilo” de ciudad, porque aunque haya hecho obras que nos van a afectar seriamente a todos, nunca se le ha ocurrido por lo menos consultar con los ciudadanos, tal vez porque todavía padece el efecto “terrazas” aquella consulta que perdió estrepitosamente, claro está que usted ha tomado nota y dijo “nunca más”. El resultado es que ni veo la ciudad más limpia, ni más amigable, ni más segura, ni aguanta casi ninguna comparación con la Palma de los 80s, para haber pasado cuarenta años, pasa casi lo mismo que con la música.
La dejadez en construcciones como Son Dureta, Gesa o la falta de gestión para hacer del Palma Arena un referente en competiciones deportivas de todo tipo o eventos musicales, nos han costado mucho dinero de nuestros impuestos y han sido ocasiones perdidas para nuestra Ciudad.
Ser Alcalde con sólo un 9,27% de los votos de una ciudad de 415.940 habitantes, tendría que hacerle más cuidadoso, porque tiene a más del 90% de los ciudadanos que no le han votado, pero pagan escrupulosamente sus impuestos. Palma ha sido, es y debe ser la Ciudad de todos, recuérdelo cuando esté en la oposición.