El navegante mallorquín Hugo Ramón ha vuelto a escribir su nombre en la historia de la vela oceánica. A las 18:57 UTC de este lunes, el regatista del Real Club Náutico de Palma ha cruzado la línea de llegada en Saint François (Guadalupe), completando su cuarta Mini Transat. Esa legendaria travesía atlántica en solitario a bordo de veleros de apenas 6,5 metros de eslora.
Ramón, al timón del Cristalmina-Majorica, ha invertido 16 días, 3 horas y 57 minutos en recorrer las 3.118 millas náuticas que separan Santa Cruz de La Palma (Canarias) del Caribe francés. A una media de 8 nudos, Hugo Ramón se convierte en el primer español en disputar y completar cuatro ediciones de esta exigente regata (2005, 2007, 2009 y 2025). Miguel Rondón, al mando del Kristina, ha igualado esta hazaña al alcance de muy pocos.
LA BOULÀNGERE MINI TRANSAT
En esta edición, bautizada como La Boulàngere Mini Transat, el formato ha sido inusual. La primera etapa —entre Les Sables d’Olonne y La Palma— quedó suspendida tras el paso del huracán Gabrielle. La tormenta obligó a desviar la flota hacia puertos portugueses. Así, la clasificación final se ha decidido únicamente en la gran etapa atlántica. Un inconveniente que ha elevado la tensión y el valor estratégico de cada decisión tomada en el océano.
Ramón, de 40 años, ha finalizado en el puesto 18 de su categoría, en la que competían 57 participantes. Durante los primeros días de travesía llegó a liderar la general tras optar por una arriesgada ruta norte que le dio ventaja inicial, pero la falta de viento en esa zona terminó por penalizarle. “Fue una apuesta que al principio salió bien, pero en el Atlántico la suerte cambia rápido”, ha reconocido al llegar a tierra.
A pesar de esa pérdida de posiciones, el mallorquín ha mantenido un ritmo sólido y una navegación impecable. Ha firmado una actuación notable en su regreso a la competición oceánica tras más de una década. Su última gran aventura había sido la vuelta al mundo a dos en 2012, y afrontó esta Mini Transat como una suerte de reencuentro con su esencia.
“La Mini Transat te ofrece una inmersión total con el océano —ha explicado—. No hay Internet, ni comunicación con tierra, ni previsiones detalladas. Navegas como los antiguos, con cartas de papel y observación. Es volver a la pureza de la navegación”.
PAUL COUSIN VENCEDOR DE LA EDICIÓN
El francés Paul Cousin, patrón del Biocombustibles, se ha proclamado vencedor en la clase de serie con un tiempo de 14 días, 23 horas y 19 minutos. Los franceses han demostrado su dominio en la vela oceánica, ocupando los os ocho primeros puestos. En la categoría de prototipos, el triunfo ha sido para el suizo Mathis Bourgnon, que cruzó la meta en 13 días, 17 horas y 24 minutos, el mejor registro de esta edición.
Los otros dos españoles en competición, Ramón Ribera (Sames) y Joan Trenchs (Pachamama), han completado la representación nacional. La Mini Transat demuestra una vez más que es una regata que pone a prueba los límites del cuerpo, la mente y la resistencia de los navegantes más solitarios del mundo.








