Ilegalizar a la izquierda corrupta

Podemos, con el apoyo de toda la izquierda, pide que se reviente a la derecha porque les han pillado robando y mintiendo a los españoles. Vox pide que se ilegalicen los partidos que no juren la defensa de la Constitución. Tienen razón, pero no se puede hacer. La ley les permite defender su idea de una España rota en varias naciones unidas por intereses económicos o culturales, pero reinos de Taifas y reinos medievales. Esa es una de las grandezas de nuestra Constitución. Pero es, a su vez, una de sus más delicadas amenazas. Por ser demócratas y legalistas, podemos terminar con la actual nación española. El PSOE de Pedro Sánchez, Podemos y Sumar se han quitado la careta de demócratas y nos han enseñado su verdadera y horrorosa alma. Y dan miedo de verdad. Son los que están llamando al activismo de calle con la intención de reventar a la derecha porque no pueden aceptar que les critiques, les digan las verdades a la cara, en el Congreso y en el Senado y que ya no puedan seguir mintiendo a la gente. Son así de criminales, tal y como lo han sido desde sus fundaciones como partidos políticos. Ya no mienten, así es mejor para todos. Lo que siento en el alma es que el relato de esta izquierda antisocial y antidemocrática haya calado en mucha gente. A esos españoles que se han creído la mentira ya nadie les podrá hacer cambiar de idea. Conozco a muchos socialistas y comunistas desde que se legalizaron, y aún no he conseguido que ninguno de ellos reconozca el daño que están haciendo a la democracia sus compañeros de partido, de sindicato y de organización social. No cambiarán. Nunca aceptarán que la derecha, llámenla como quieran, pueda gobernar su feudo totalitario. Y si gana la derecha, ya lo dicen y advierten, habrá que salir a la calle, subirse al monte, buscar las armas y empezar una nueva revolución sangrante.

Si gana la derecha, PP y VOX se callarán. No abrirán los cajones de los despachos del anterior gobierno. No sacarán los recibos, los contratos y las corruptelas de los que han gobernado. Harán realidad el lema: cuanto menos se mueve la mierda, menos huele. No llevarán a los tribunales a los que se han forrado con mis impuestos. A los que han pagado con mis impuestos las ayudas a las organizaciones de la izquierda que les han hecho la campaña. Si supiéramos la verdadera cantidad de dinero público que se han llevado en esta legislatura todas estas organizaciones, nos daría asco. No les interesa que se sepan algunos delitos cometidos, aparte de los que ya investiga la justicia. Serán moneda de cambio, cuando la izquierda tenga pruebas de delitos que se cometerán en comunidades y ayuntamientos gobernados por la derecha. Tal vez ya haya aprendió que gobernar, no es llenarse el bolsillo propio y la caja del partido. Por eso, no importa quién va a gobernar, tanto PP y VOX, como el pacte de la izquierda. Es igual. Lo que importa es que los que gobiernen lo hagan para todos los españoles. No solo para los de su partido. Así que, yo propongo que los que algo sabemos de democracia, les demos lecciones gratuitas a los que esperan gobernar, a los jueves y fiscales, a los inspectores, a los de hacienda y a los de Servicios sociales, pero sobre todo, a los que gestionarán los presupuestos públicos. Les hace mucha falta. España y los españoles se lo agradecerán.