El mencionado estudio, denominado 'El golf como catalizador de la actividad económica en España', fue realizado por el IE University con la colaboración de la Asociación Española de Campos de Golf (AECG) y la Real Federación Española de Golf (RFEG). Su presentación oficial en la isla tuvo lugar el pasado 5 de noviembre, coincidiendo con la rueda de prensa previa a la final del Challenge Tour "Road to Mallorca". Al acto asistieron el presidente de la AECG y de la Asociación de Campos de Golf de Mallorca, Luis Nigorra; el presidente de la RFEG, Gonzaga Escauriaza, y el presidente de la Federación Balear de Golf, Bernardino Jaume.
Las cifras económicas que ofrece el citado informe permiten confirmar que Baleares es una de las comunidades que lideran las clasificaciones de ingresos por el turismo de golf. Un hecho a destacar en ese sentido es que buena parte de ese liderazgo no corresponde al gasto que se hace en los propios campos de golf, sino a la capacidad de importación de capital extranjero que tiene esta industria, que cada vez va teniendo una mayor proyección.
En declaraciones a mallorcadiario.com, Nigorra recuerda ahora que estos datos están en consonancia con los que ofrecía ya un estudio anterior, realizado por la Fundación Impulsa Balears en 2018, que indicaba que la red de campos de golf de Mallorca generaba un impacto económico de 166,94 millones de euros anuales. «El plus que ofrece el turismo de golf en la isla es que la mayor parte de las cifras económicas que genera se consiguen en temporada media y baja, con lo cual se logra el objetivo tan deseado por todos de la desestacionalización», recalca Nigorra.
LOS DATOS DE BALEARES
El estudio del IE University no sólo pone en relación los datos de Baleares con los del resto del país, sino que también da a conocer los datos específicos centrados exclusivamente en nuestra comunidad. Así, el dosier explica que el gasto directo de los turistas de golf en las Islas se sitúa en torno a los 600 millones de euros al año, incluido el gasto realizado en los propios campos de golf por dichos turistas. Preguntado por el país de origen de estos visitantes específicos, Nigorra recuerda que en Mallorca «los tres mercados más grandes en estos últimos años son el alemán, el británico y el escandinavo».
Otro dato económico positivo recogido en el informe y circunscrito sólo a nuestra comunidad es que el golf atrae también inversión internacional en segundas residencias, alcanzando un valor total estimado de unos 5.000 millones de euros. Un dato más que se puede añadir en relación a este punto concreto es que se calcula que alrededor de 22.300 turistas de golf son propietarios de una segunda residencia en Baleares. El documento del IE University también destaca, por otra parte, que los campos de golf de las Islas facturan un 7,75 por cien del total nacional, es decir, 60,2 millones de euros sobre un total de 777 millones.
Por lo que respecta al empleo, en el conjunto del país el golf incrementa la calidad del mismo, puesto que el 95,5 por cien de los contratos en los campos de golf son indefinidos y el 94,1 por cien son a jornada completa. El golf es un importante generador de empleo también en Baleares, ya que según el mencionado informe promueve cerca de 13.000 puestos de trabajo anuales, una cifra que se obtiene sumando los empleos producidos directa e indirectamente por los campos de golf —858 en total— y los que corresponden al turismo de golf, que representan un total de 11.750 empleos, divididos en directos, indirectos e inducidos.
UNA TRIPLE SOSTENIBILIDAD
Nigorra aplica el concepto de sostenibilidad, tan importante en estos últimos años, también al golf. «La sostenibilidad no puede ser nunca sólo medioambiental, sino que debe ser también económica y social, es decir, generadora de empleo de calidad», indica. Esas tres condiciones las cumpliría esta práctica deportiva. En ese contexto, es esencial para poder garantizar su continuidad la colaboración entre la iniciativa privada y las instituciones. «En estos últimos años, tanto el Govern como el Consell de Mallorca y algunos ayuntamientos están apoyando esta actividad, que es un deporte y un producto turístico al mismo tiempo, porque son conscientes de la riqueza que genera», destaca.
Las instituciones isleñas están apoyando, efectivamente, diversas iniciativas de promoción del golf y también eventos deportivos de gran impacto, como el Challenge Tour o el Open Golf de Mallorca. Otro elemento positivo a recalcar es que el potencial de crecimiento del turismo de golf en la isla es muy grande todavía. «La ocupación media de los campos de golf está en la actualidad en torno al 35 por cien, lo que significa que sin aumentar el número de campos de golf podríamos casi triplicar la oferta», explica Nigorra. Para lograr ese objetivo, sería necesario tener una mayor conectividad en invierno, así como también más establecimientos hoteleros y de oferta complementaria abiertos en esa época del año.
Uno de los estigmas o de los tópicos que suelen atribuirse cada cierto tiempo al golf es que consume territorio. Sin embargo, Nigorra explica que en realidad eso no es así. «Los campos de golf son respetuosos con el medio ambiente», afirma. Asimismo, recuerda que en Mallorca hay en total 21 campos de golf, «que representan sólo el tres por mil de la superficie de la isla». Para intentar visualizar un poco mejor lo que representa realmente ese porcentaje, Nigorra especifica que sería igualmente correcto decir que esos 21 campos representarían el seis por cien del territorio de Palma si todos ellos estuvieran ubicados en la capital balear.
Teniendo en cuenta las distintas cifras aportadas por el informe del IE University y las ponderadas valoraciones hechas por el presidente de la Asociación Española de Campos de Golf y de la Asociación de Campos de Golf de Mallorca, puede concluirse que el golf y el turismo representan hoy en nuestra isla, sin ninguna duda, una conjunción perfecta.
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