El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, no declara este miércoles ante magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, Raquel Crespo, ya que, su abogado ha presentado un escrito en el que se alega que el empresario está enfermo, por lo que no puede desplazarse a Baleares. El que sí ha comparecido ante la jueza, ha sido Zoilo Ruiz-Mateos, quien ha entrado a declarar a las 10 de la mañana, como consecuencia de la querella interpuesta por Inversiones Grupo Miralles contra el empresario y sus seis hijos varones por un presunto delito de estafa, por valor de 13,93 millones de euros, en la operación de compraventa del Hotel Eurocalas, en Calas de Mallorca. El viernes, día 29, comparecerán Alfonso y Pablo Ruiz Mateos. Y ya en septiembre, el día 19 están citados los representantes legales de la sociedad Calwell Alliance, Zoilo Pazos Jiménez (sobrino del patriarca de Nueva Rumasa) y el empresario Nicolás Faure. el Por otro lado, el 28 y el 30 de septiembre están citados varios testigos, entre ellos Miguel Miralles, hijo del propietario de la empresa querellante, Francisco Miralles. La querella criminal relata que en mayo de 2006 la sociedad Calwell, de la que es titular Zoilo Pazos, adquirió con el aval de los Ruiz-Mateos el hotel Eurocalas, situado en Calas de Mallorca, en Manacor. Según Miralles, el compromiso de abonar casi 200.000 euros mensuales hasta completar el pago de los 24 millones de euros en los que se cifró la operación se cumplió hasta el verano de 2010, cuando alegando problemas puntuales de liquidez los titulares de Nueva Rumasa negociaron unas nuevas condiciones de pago que tampoco cumplieron. Esta situación volvió a repetirse en enero de este año y entonces el Grupo Miralles admitió una rebaja de las cuotas mensuales y una ampliación del plazo para cobrar lo que se le debía, además de aceptar la inclusión de la empresa Clesa como avalista de garantías. No obstante, los compradores siguieron sin pagar y en febrero hicieron públicos los problemas financieros de su grupo empresarial, cuyas sociedades entraron paulatinamente en concurso de acreedores. De hecho, menos de tres meses después, Clesa presentó concurso de acreedores, lo que, a juicio del denunciante, “demuestra nuevamente el engaño por parte de los deudores”. Hasta el momento, se han satisfecho 10,85 millones de euros y quedarían pendientes de pago 12,81 millones, según la querella, que cifra la estafa en 13,93 millones al sumar intereses y actas de Hacienda. Para Miralles, esto demuestra que Ruiz-Mateos y sus hijos hicieron gala de una falsa solvencia para adquirir el Eurocala .y actuaron con evidente mala fe, “aprovechándose de su ‘acreditada solvencia de cara a la galería’ gracias al nombre de Nueva Rumasa, al constituir una hipoteca de 19 millones sobre el establecimiento que no emplearon ni para pagar lo que debían ni para hacer mejoras en el hotel”, cuando la realidad es que “ninguno de ellos ni tenía ni tiene activo alguno a su nombre, al menos en España, y tampoco lo tenía la entidad Montumo”, denuncia la querella. Esta hipoteca imposibilita además que se cumpla la cláusula del contrato de compraventa que preveía la devolución del establecimiento en caso de impago, puesto que de ejecutarse el querellante tendría que asumir esta deuda con la entidad bancaria prestataria. Por todo ello, Miralles solicita que el juez siente en el banquillo a José María Ruiz-Mateos y sus hijos por un delito continuado de estafa cuyo importe asciende a más de 14 millones de euros. La querella de Miralles se suma a la denuncia presentada por la familia Radó ante la Fiscalía contra la familia Ruiz-Mateos por los presuntos delitos de estafa, falsedad en documento mercantil y estafa procesal. La familia Radó estima que Nueva Rumasa le adeuda 7,34 millones de euros por la compra de las acciones que poseía en las sociedades que explotan dos hoteles ‘Beverly’.





