Segunda sesión del juicio al presunto asesino de Es Carnatge. Un agente de la Policía Nacional que actuó como secretario del atestado ha explicado las claves de la identificación del sospechoso, además de que la víctima "tenía miedo" del ahora acusado.
Según los testimonios recogidos entre su entorno, el presunto autor era violento, tenía arrebatos relacionados con el consumo excesivo de alcohol y portaba habitualmente armas, como cuchillos, lima metálica, piedras o adoquines. El acusado justificaba este comportamiento alegando que vivía en la calle y necesitaba protegerse.
EL FUEGO OCULTÓ UN CRIMEN
Los hechos se remontan a la madrugada del 25 de enero de 2022, cuando vecinos alertaron de un voraz incendio en una chabola de Es Carnatge. Inicialmente se creyó que la muerte de la víctima fue consecuencia de una mala combustión de una estufa, pero la autopsia reveló lo contrario: la víctima había sufrido heridas mortales incompatibles con el fuego.
Según ha detallado el agente, la chabola quedó devastada, dificultando la recogida de pruebas. Sin embargo, la Policía logró hallar vestigios en las zonas menos afectadas por las llamas.
CLAVES DE LA IDENTIFICACIÓN
Tras descartar a otros sospechosos mediante el análisis de posicionamiento de teléfonos móviles, la investigación se centró en los datos aportados por vecinos y conocidos de la víctima. Aunque al principio no lograban concretar un nombre, sí coincidían en ciertos rasgos físicos: una cicatriz visible y medio dedo amputado, además de su presencia habitual en la chabola.
El verdadero giro en el caso llegó con el revisión de las cámaras de seguridad de la zona, que mostraban cómo el acusado abandonaba en coche el lugar unos 15 minutos antes de que una vecina llamara al 112 a las 03:04 horas para alertar del incendio.
LA FISCAL PIDE 20 AÑOS DE CÁRCEL
La Policía Nacional detuvo al acusado en febrero de 2023, un año después de los hechos, y desde entonces permanece en prisión provisional. La fiscalía solicita 20 años de cárcel por un delito de asesinato.
La investigación continúa siendo valorada durante el juicio, que pone el foco en cómo la persistencia policial, el uso de tecnología forense y los detalles físicos permitieron esclarecer un crimen inicialmente oculto por las llamas.