Según las estadísticas de transacciones publicadas por el Ministerio de Fomento el mercado inmobiliario de la capital balear mantiene el dinamismo también en el 2017, con un aumento de un 23% durante el primer trimestre respecto al mismo periodo temporal del año anterior.
En total durante el inicio del año se han intercambiado 1.386 inmuebles en Ciutat, 258 más que el comienzo del 2016, año que cerró con unas ventas de 5.292 unidades, un 31% superiores a lo realizado durante todo el 2015.
Si se mantiene ese empuje se podría llegar a unas ventas anuales en 2017 de más de 6.500 propiedades, cifras sólo alcanzadas antes del inicio de la crisis en 2007.
Si observamos los indicadores que suelen incidir en la demanda de vivienda todos tienen tendencia positiva, estamos ante tasas importantes de crecimiento económico, los datos de empleo mejoran año tras años desde el cambio de tendencia a finales de 2012, los tipos de interés están anormalmente bajos, con un Euribor en cifras negativas y la confianza del consumidor en el futuro se eleva mes a mes. Estas cifras confirmarían que la actividad inmobiliaria habría dejado atrás los tiempos de crisis y que se vislumbra un gran dinamismo en el futuro del sector.
Este hecho se va a traducir con toda seguridad en tensiones al alza en el precio, al haber experimentado las tasas de variación cercanas a cero del stock de inmuebles en los últimos años que no van a poder asumir el gran aumento de demanda que estarían reflejando las estimaciones realizadas.