Quien le quiera ver un problema a la inclusión de Brigitte Yagüe en la lista del PP al Parlament tendrá que esforzarse un poco.
A mí ni me gusta ni me deja de gustar. Entra en la lista como independiente, lo que confiere al personaje un margen de credibilidad extra. Un "extra bonus" a añadir al hecho de que su ego personal lo tiene más que satisfecho y resuelto a pesar de su juventud.
La regeneración en la política no debe pasar solamente por crear partidos nuevos o marcas políticas muy mediáticas. No es necesario llevar coleta. Como tampoco lo es hacer promesas incumplibles pero que llegan bien a la gente.
Ir incluyendo en la actividad política a personas o personajes de la sociedad civil debe entenderse como un acierto en términos generales. Luego cada caso deberá mostrar su valía y su integridad. Pero como intención habría que acogerlo dentro de una cierta normalidad.
Ciudadanos presenta a Pericay, otro personaje de la sociedad civil, y nadie se rasga las vestiduras. Desde esta óptica, si el fichaje proviene del mundo del deporte y de escuchar el himno desde un podium, no debe causarnos reserva alguna.
Eso sí, más de uno en el PP habrá pensado desde que se dio a conocer el nombre de Brigitte yagüe como número 18 de la lista al Parlament en el caso de Maria de la Pau Janer. Una jugada que le salió "rana" a Jaume Matas.
Creo que Yagüe tiene menos dudas que Janer respecto a su papel en la lista y en un más que probable grupo parlamentario con su participación.
Desde aquí, mi simpatía por la decisión (que adelantó mallorcadiario.com). Aunque solo sea por la juventud y el aire fresco que aportará. Eso sí, debe saber que se la mirará con lupa y que se esperará de ella algo más que votar lo que le marquen con un dedo desde la jefatura del grupo parlamentario.
