A la espera de los informes de la UCO anunciados sobre Francina Armengol, el hecho de que Pedro Sánchez nombrara recientemente Secretaria de Estado de Seguridad a Aina Calvo anticipa que, ya en su propio partido, andan preparando sucesora por lo que pueda caer.
Ha dicho recurrentemente Armengol, con esa cara de pepinos amargos que regala a quienes no son de su cuerda, que ella es inmune a la corrupción y que entró en política para combatirla. Pero utiliza un concepto excesivamente restringido de la corrupción, diferente del que aplica a sus rivales políticos (siempre reprochan a Feijóo una foto accidental de hace 30 años con un narco). Porque corrupción no es solo hacerse un Torrente, al estilo Ábalos, Cerdán o Koldo (su “cariño” de los whats app), montando fiestas con mordidas de adjudicaciones públicas o recibiendo sobres por concesiones de obras o servicios. Hay otros comportamientos que constituyen también grave corrupción política:
- Crear redes clientelares colocando afines en administraciones públicas para mantenerse en el poder, o subvencionar medios de comunicación con el mismo fin.
- No actuar contra la prostitución de menores tuteladas por su gobierno.
- Adjudicar obras y servicios a empresas dedicadas, por ejemplo, a la jardinería o la sanidad, obteniendo beneficios para personas afines y para financiar al partido.
- Comprar mascarillas inservibles con dinero público y solo reclamar tres días antes de ceder el poder.
- Acceder a la propiedad de inmuebles en condiciones ventajosas consiguiendo información y privilegios en instituciones financieras.
- Internalizar servicios o funcionarizar interinos con el dinero de los ciudadanos para fidelizar políticamente a beneficiarios y familias.
- Colocar peones ideológicos en la Justicia y la Fiscalía para promover imputaciones ajenas y desactivar corruptelas propias, y recompensarles luego con promociones o cargos a dedo.
- Mentir en el Senado sobre sus relaciones con la trama de Koldo y Aldama, con riesgo de ser imputada por falso testimonio (el Tribunal Supremo acaba de preguntar por ello a la Fiscalía)
- Aprobar la Ley de Amnistía a los políticos del procés, la Ley más corrupta de nuestra democracia que representó una simple compra de votos a cambio de impunidad penal para investir a Pedro Sánchez y mantenerle en el poder.
- Aceptar la presidencia del Congreso de los Diputados -la tercera autoridad del Estado- sin dominar el castellano (clara consecuencia de la inmersión lingüística), sin tener la mínima formación jurídica para el cargo y pisoteando continuamente Leyes y Reglamentos, solo para someter la institución a los caprichos de un autócrata (aun me entra la risa floja recordando a esa lumbrera periodística local que, cuando fue nombrada, la equiparó a Antonio Maura y Félix Pons, dos insignes juristas mallorquines -uno conservador y otro socialista- que presidieron el Gobierno y las Cortes Generales, y que hoy deben revolverse incrédulos en sus tumbas víctimas de tan denigrante comparación).
El desafortunado nombramiento de Francina Armengol para la presidencia del Congreso de los Diputados ha permitido que toda España pueda constatar lo que aquí solo algunos -los geniales Marc Gonzalez y Octavio Cortés, o un servidor- les habíamos apuntado hace tiempo: su pavorosa mediocridad intelectual, su inexistente catadura moral, su sectarismo enfermizo y una sonrojante sumisión ovina ante Pedro Sánchez, rasgos que el peloteo de muchos medios baleares subvencionados habían ocultado bajo toneladas de incienso en sus años de oscuro mandato presidencial. Resumiendo, nuestra flamante “Maura” contemporánea es un fraude monumental.
Andreu Jaume ha escrito recientemente en The Objective que Armengol “es uno de los personajes más nefastos y ridículos que ha dado la política de nuestro tiempo”. Se ve que muchos mallorquines necesitan tomar distancia de los calores de la tierra para descubrir la verdadera esencia de algunos sobrevalorados líderes políticos. Aunque comprobar cómo hoy la despellejan los medios locales de izquierdas que un día la encumbraron nos aclara cualquier duda. La incorruptible no lo era tanto y, además, está chamuscada.
P.D. No sé qué problema tienen muchos políticos socialistas con sus teléfonos móviles, pues todos cambian habitualmente de terminal y se borran siempre los mensajes. La última en reconocerlo ha sido Armengol. Debe ser que nunca les funciona bien la nube. Tal vez Iker Jiménez o la UCO puedan ayudarles a recuperarlos….
3 respuestas
Que pidan en Inca…quienes son los Armengol…….Las empresas de Jardineria Jardins de ……..me gustaria audirar sus cuentas ..a ver si el Delegado del Gobierno el Sr.Rodriguez sale chamuscado……
Las personas son capaces de ser bilingües. La inmersión lingüística, no merma ninguna capacidad previa.
Según ella, mente preclara, «soy un persona institucionalizada.Casí nada.No es que no sepa utilizar el español, es una cuestión de que una neurona no da para mas.
Los artículos de Andreu Jaume al respecto en TO son insuperables.
Que bajo hemos caído con esta patulea.
Veremos si la «incorrupta» Fancisquita, indepe de pro,acaba por los tribunales por sus negocietes y basura de su Presidencia Balear intitucionalizada.
Memorable este:
https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2023-11-05/discurso-armengol-jura-constitucion-leonor/
del día de la jura de la Princesa de Asturias.