La sorpresa de un agente de policía en Estado Unidos fue mayúscula cuando al detener a un conductor en aparente estado de embriaguez este resultó ser el Power Ranger negro.
Eso al menos parecía pensar el conductor que, vestido como un superhéroe de serie B se dedicó a acusar al agente de racista ("me detienes porque soy negro") y a atacarlo con una serie de movimientos disparatados.
La cosa aún se complicó más cuando el Power Ranger' disparó un arma de juguete contra el policía y se dio a la fuga.







