El Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional en Palma ha logrado recuperar cerca de 360.000 euros procedentes de diferentes estafas denunciadas por particulares y empresas durante este año.
Según los datos del cuerpo, las estafas conocidas como el ‘timo del CEO’, en sus distintas variantes, son las que mayor perjuicio económico han causado, especialmente a empresas y administraciones públicas, que en muchos casos llegaron a transferir cantidades elevadas a cuentas controladas por delincuentes.
Gracias a la rápida intervención policial, los agentes han conseguido bloquear y retroceder fondos por valor de 357.895 euros en lo que va de 2025. Aunque no todos los casos denunciados han podido resolverse, la cifra refleja —según fuentes policiales— “una alta eficacia y capacidad de reacción una vez cometido el fraude”.
ASÍ ACTÚAN LOS ESTAFADORES
El “timo del CEO” combina ciberataques y manipulación psicológica para engañar a empresas y empleados. En una primera fase, los delincuentes acceden a los sistemas informáticos de las compañías mediante phishing, dominios falsos o malware, con el fin de interceptar correos electrónicos y observar los hábitos financieros de las víctimas.
Después, mediante ingeniería social, suplantan la identidad de un proveedor o directivo, enviando correos aparentemente legítimos para solicitar cambios en las cuentas de pago. El engaño suele incluir logotipos, lenguaje corporativo y un tono de urgencia (“nuevo número de cuenta por motivos administrativos”).
Finalmente, el dinero acaba en cuentas de terceros o mulas financieras, ya que los bancos, hasta ahora, no estaban obligados a comprobar si el nombre del beneficiario coincidía con el titular real del IBAN.
MÁS PROTECCIÓN FRENTE AL FRAUDE
A partir de octubre de 2025 entrará en vigor el Reglamento (UE) 2024/886, que obligará a las entidades financieras a verificar la coincidencia entre el nombre del beneficiario y el titular de la cuenta en las transferencias inmediatas en euros. Si no lo hacen y se produce un fraude, el cliente podrá exigir el reembolso.








