Leyendas misteriosas de Mallorca

'El Drac de na Coca': cuando un cocodrilo aterrorizó Palma

Cocodrilo en una calle antigua de Palma, evocando leyendas locales.
Representación del Drac de na Coca, un cocodrilo que aterrorizó Palma en el siglo XVII.

Por tercer año consecutivo, mallorcadiario.com recuerda, durante todos los miércoles de este mes de octubre, algunas de las leyendas misteriosas de Mallorca. Tras conocer en 2024 desde la ‘Dama Emparedada’ de La Seu hasta ‘El Triangle del Silenci’ y los OSNIs de Sóller pasando por los fantasmas de La Misericòrdia de Palma ,la Santa Compaña de La Trapa  y el espectro de Jovellanos y ‘sa bruixa’ Joana del Castell de Bellver, arrancamos 2025 con un cocodrilo que aterrorizó a los palmesanos.

Nuestro primer relato transcurrió en Palma durante la década de los setenta del siglo XVII. Cuentan que, por entonces, las desapariciones de niños se iban sucediendo en la capital balear. Así, no tardaron en surgir los rumores de su presunto captor.

Los ciudadanos hablaban de una gran bestia de color verde que contaba con una larga cola. Según apuntaban, tan solo se dejaba ver de noche. Por ello, muchos eran los que no salían de su casa tras la puesta de sol.

Algunos testigos juraban haber visto a la extraña criatura en la calle Portella y por el antiguo barrio judío del Call. Ya por entonces, el misterioso animal tenía a toda la ciudad aterrorizada.

Todo cambió una noche de 1676, cuando, el gobernador de Alcúdia, Bartomeu Coc, fue a visitar a su amada, Catalina Rosselló. Lo hizo a lomos de su caballo, por La Murada, hasta que un ruido interrumpió su camino. Era la bestia, ya bautizada como dragón.

Coc se armó de valor y, gracias a su adiestramiento militar, logró matar a la criatura. La noticia corrió como la pólvora y muchos fueron los vecinos que se animaron a salir a la calle para observar un "trofeo" que el también capitán no dudo en llevar a su enamorada como prueba de su amor. Posteriormente, su familia disecó y conservó el cuerpo.

Poco después de la gesta, Coc y Rosselló pasaron por el altar. Al no tener hijos, sus bienes pasaron a los Rosselló. La familia habría mantenido al animal en su casa a lo largo de las generaciones. Así lo hicieron, hasta el siglo XIX, cada 31 de diciembre en su casa situada en la plaça Santa Eulàlia. 

Finalmente, ya en el siglo xx, Francesc Rosselló Miralles lo cedió al Museo Diocesano de Mallorca, antecedente del actual Museu d'Art Sacre de Mallorca

UN COCODRILO AFRICANO

Evidentemente, el miembro de una familias más reconocidas de Mallorca no mato a un dragón, un ser mitológico que nunca ha existido. Coc acabó, supuestamente, con la vida de un cocodrilo africano. El animal, que medía entre un metro y un metro y medio, pudo haber escapado de un barco mercante siendo tan solo una cría. Luego, merced a la estructuración del alcantarillado árabe, comenzó a crecer.

CULTURA POPULAR

Han pasado los siglos, pero 'El Drac de na Coca' sigue bien presente en la cultura local. En 1990, la mallorquina Maria del Mar Bonet le dedicó una canción, con letra de Gabriel Janer Manila, que está incluida en su álbum 'Bon viatge faci la cadernera'.

En 2011, su figura se incorporó al bestiario popular de Palma para participar en los 'correfocs' de las fiestas de San Sebastià o Sant Joan.

Cocodrilo en el Parc de la Mar
Foto: J. Fernández Ortega

Además, este pasado verano, el artista Ricard Chiang donó a Cort la escultura ‘El Drac de na Coca’, una pieza flotante de tres metros de longitud y unos 150 kilos de peso que ya se encuentra instalada en el Parc de la Mar y que evoca la leyenda popular del dragón que recorría las alcantarillas de la ciudad.

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