La opinión es libre, subjetiva, pero ello no disminuye la necesidad de que lo que el lector entiende se corresponda con lo que uno ha querido escribir. Tengo la impresión de que en mi artículo de ayer trasmití una idea exageradamente crítica sobre la capacidad de nuestros diputados autonómicos, lo cual, como todas las generalizaciones, es injusto. Lo que no es tan injusto es decir que estas capacidades, por la disciplina de partido, por la forma en que se toman las decisiones en la cámara autonómica, de arriba hacia abajo, están infrautilizadas, de manera que habitualmente en lugar de 59 diputados emitiendo un voto, podríamos tener 5 ó 6 actuando en nombre de sus partidos, como sucede con los votos ponderados en los consejos de las empresas. Precisamente, ayer este periódico demostraba con un inocente error en un titular, lo poco que importan los diputados en la estructura de los partidos. Decía mallorcadiario que “Marín afirma...”, en referencia a Martín, que dicen que así se llama el cabeza de lista del PSOE por Baleares para las próximas elecciones. ¿Alguien lo conoce? Nosotros vamos a elegir entre Rubalcaba y Rajoy y todos los demás actúan como comparsas, sean diputados valiosos capaces de hacer grandes aportaciones, sean personas que están allí únicamente porque aceptarán lo que les digan, sin rechistar. Esta es otra carencia, otra alteración significativa en la lógica de un sistema democrático, que está detrás de algunas de las deficiencias más clamorosas que tiene hoy nuestro régimen político.





