En estos momentos la escasez de suelo en Mallorca, pero sobre todo en Palma, convierte a la capital balear en un mercado tan sólo asequible para el mercado extranjero como el alemán que puede pagar cifras desorbitadas de muchos ceros para adquirir una vivienda.
Desde la Asociación balear de promotores, su presidente Luis Martín, asegura que en la actualidad la escasez de suelo redunda en "subidas de precios que deja fuera a los locales". En su opinión, "es difícil construir a precio asequible para el cliente local, lo que provoca que se tengan que ir de alquilier y como consecuencia hay un efecto dominó también de incremento de precios en el alquiler".
La realidad es que el mercado alemán afirma Martín "se come el 60% del suelo en Palma", en el sentido de que es el principal comprador de la vivienda nueva construída en zonas palmesanas como el casco antiguo, Es Molinar y Santa Catalina. En menor número los clientes suizos y escandinavos se suman también a esta lista de compradores al alza.
Así pues, desde la Asociación balear de promotores piden a los responsables políticos suelo a precios razonables, ya que en estos momentos la mayoría está "en manos de las grandes entidades bancarias y del llamado banco malo". Cifras que a su vez han provocado más inseguridad jurídica, tanto a nivel autonómico como local, añade Martín.







