Los asistentes han podido presenciar de las exhibición de la patrulla acrobática de paracaidistas del Ejército del Aire y del Espacio (PAPEA), donde no ha faltado la bandera de España.
Luego, ha llegado uno de los momentos más esperados con la aparición de dos cazas F-18 Hornet supersónicos que han dejado boquiabierto a más de uno.
La exhibición también ha contado con la participación del turbohélice CN-235 D4-Vigma, el helicóptero de rescate HD-24 y el avión de transporte ligero C-12 Aviocar T-12. Por su parte, el hidroavión Canadair CL-45 se ha quedado en tierra debido al mal tiempo.
Otros modelos -como un Airbus A -400, un caza F-18 Hornet, otro Eurofighter Typhoon, el avión de entrenamiento Pilatus PC-21, un helicóptero Sikorsky S-76, el polivalente NH–90, tres avionetas RACE y otras dos de Son Bonet- han sido protagonistas de una exposición estática.
HOGAR DEL ALA 49
Desde sus orígenes, la base ha sido el punto de apoyo de distintas unidades aéreas, evolucionando de una infraestructura auxiliar a convertirse en sede de unidades operativas de primer nivel. Actualmente, es hogar del Ala 49, pero su legado va mucho más allá, incluyendo momentos clave en la aviación militar española y la participación en misiones internacionales.
A lo largo de las décadas, su relevancia geoestratégica ha sido reconocida por las Fuerzas Armadas y por aliados internacionales, siendo un punto habitual de tránsito, despliegue y entrenamiento.
Más allá de su papel operativo, Son Sant Joan ha sido también un espacio de convivencia, de cultura de defensa, de proyección institucional y de colaboración con la sociedad balear.








