Me quiero divorciar y no puedo

Yo me casé con un banco, hace 47 años. Casado, porque el contrato entre partes es como el de la boda civil. Mi compañero, el banco, ha ido cambiando de nombre, de género y de imagen. Y yo sigo siendo el mismo. Mil veces he sido tentado por otros bancos para casarme con ellos. Y yo siempre he sido fiel.

En esta relación ha pasado de todo. Me ha engañado con los intereses a mi favor. Me ha cobrado servicios que no he recibido. Me han amenazado con meterme en la cárcel, por una deuda de 4.000 euros que, al final, me costó 11.000. Y yo he seguido siendo fiel. Ahora, que estoy jubilado, tengo tiempo para repasar mis cuentas y para acercarme a la oficina para resolver pequeños asuntos. El último, una transferencia a otro banco.

Cinco días han pasado y aún no se ha realizado. Primero, porque la ordené a las 23,30 horas en la banca digital. Segundo, porque en fin de semana esa banca digital, creada para las 24/365, no opera. Y al final, es que, el banco, limita las transferencias a una cantidad X, que a mí, no me lo ha comunicado. Resulto el entuerto, reflexiono sobre las críticas que leo en Redes sobre los bancos. Y de verdad, que creo que están justificadas. Una vez, hace muchos años, cuando el presidente de Sa Nostra era Llorenç Huguet, le dije que el mayor activo que tenía la entidad era su personal. Gente de aquí que entendía a los residentes y que se desvivían por ayudar.

Ahora, el banco ha despedido a la mitad del personal. Los mayores han sido jubilados. Los nuevos son un número que han de cumplir con los números de las previsiones de negocio. Ya no tienen que atender al cliente, ahora tienen que venderles seguros y más servicios. En mis años mozos, trabajar en un banco era el deseo de todo aquel que había terminado el bachillerato superior; hoy, no gracias.

No abundaré en lo que padecen las personas mayores, cada día, cuando deben realizar una operación en el cajero automático, Ya no hay cajeros. Bueno, sí que los hay, son las administrativas que ahora se pasan la jornada atendiendo a los clientes que no saben, no pueden o no son capaces de entender la santa maquinita. Y si no hay efectivo, adiós muy buenas. Esta falta de atención personal es uno de los grandes defectos de la banca actual. Ya no importan los pequeños clientes. Basta con que paguen la comisión por mantenimiento de la cuenta, y con eso ya ganan y mucho. En el inicio del comunismo una máxima muy utilizada era la de nacionalizar la banca

Convertir las empresas privadas en nacionales y que el beneficio fuese directamente al pueblo. Nunca se ha podido llevar a cabo. Buenos son los banqueros, para que un cualquiera les quite el negocio. Dónde están los actuales comunistas, antisistemas y demás políticos radicales que cobran su sueldo por cuanta bancaria, Ya no protestan o se han convertido en liberales, en lo económico. Que falsos y mentirosos han sido, son y serán.

Estos días, en el segundo semestre del año, los bancos nos cuentan lo que han ganado. Y yo me pregunto, cómo lo han hecho. Será verdad, que al rescatarlos les hemos pagado más de lo que necesitaban. Y sí sus beneficios anuales son 20.000 millones de euros, cuánto capital han invertido y en qué. Será verdad la teoría que acusa a los bancos de todo el mundo de financiar las guerras, la venta de armas, el comercio ilegal de drogas y medicamentos, el tráfico de personas: hombres para la esclavitud, mujeres para la prostitución y los niños para uso sexual personal. Yo me quiero divorciar de mi banco.

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