Camión blindado de la Guardia Civil sin marcas para traslado de caudales.
Aproximadamente cada tres semanas, la calle de Alcalá, número 48 de Madrid, ve partir uno de los operativos más discretos pero trascendentales de la economía balear. Este complejo despliegue tiene como origen la sede central del Banco de España, epicentro de la autoridad monetaria del país. Su destino final es la sucursal en Palma, en la calle Sant Bartomeu, 16, en pleno casco antiguo, entre la Plaza Mayor y la Plaza de Cort.
A bordo de un camión blindado de color blanco, sin distintivos, logotipos ni marcas visibles, más allá de una matrícula con las iniciales PGC (propia de los vehículos de la Guardia Civil), se pone en marcha una operación de transporte de caudales.
Moviliza regularmente hasta 500 millones de euros en efectivo —aunque a veces duplica esa cantidad—. En pleno verano, ese operativo se llega a hacer hasta una vez por semana.
El transporte de esa ingente cantidad de dinero contante y sonante no solo es una cuestión logística, sino un ejemplo palpable de cómo el Estado, a través del Banco de España, garantiza la circulación fluida del efectivo en las islas, especialmente en periodos de alta demanda como el verano. Y que en ningún caso haya desabastecimiento de monedas y billetes de curso legal.
El protagonista silencioso de esta historia es la Compañía de Conducciones Especiales de la Unidad de Protección y Seguridad (UPROSE) de la Guardia Civil. Fundada en 1999 —en noviembre del año pasado celebró su 25º aniversario—, esta unidad especializada ha sido entrenada para custodiar con absoluta precisión operaciones de alto riesgo como esta.
Su labor se desarrolla en silencio, casi en la sombra, pero es fundamental para el funcionamiento del país. La seguridad del transporte de caudales no permite errores. Todo está calculado al milímetro por los agentes del Instituto Armado.
Durante el trayecto entre Madrid y Valencia, el camión avanza bajo una custodia férrea pero discreta. Varios vehículos de escolta lo acompañan, formando un convoy compacto y en constante comunicación. Todos los miembros de la comitiva son agentes de la Benemérita, especialmente entrenados en seguridad, conducción evasiva, control de situaciones críticas y manejo de armamento. Además, cualquier parada o desvío debe estar previamente aprobado y vigilado.
Una vez en Valencia, la operación cambia de fase. El camión y su escolta embarcan en un ferry rumbo a Mallorca. Este paso requiere una coordinación exhaustiva con las autoridades portuarias, la Policía Portuaria y el personal de la naviera en cuestión. El embarque se hace de forma discreta y preferiblemente en horarios poco transitados para evitar llamar la atención.
Durante un tiempo, el traslado se hizo por vía aérea en aviones de transporte CASA C-212, CASA CN-235 y CASA C-295 del Ejército del Aire y del Espacio. Salía directamente de la Base Aérea de Torrejón de Ardoz y llegaba a la Base Aérea de Son Sant Joan, donde un camión blindado con base en la Comandancia de la Guardia Civil de Baleares, esperaba para recoger el cargamento de dinero y conducirlo hasta la sucursal de Palma.
Sin embargo, al inicio de la invasión rusa de Ucrania y dado el enorme incremento de las necesidades de aparatos de transporte derivados de aquel conflicto, el operativo volvió a efectuarse por carretera y por vía marítima.
Al llegar a Mallorca, el camión y su escolta desembarcan y se dirigen inmediatamente a la sucursal del Banco de España en Palma, donde se realiza la entrega del cargamento: normalmente en solo palé con aproximadamente 500 millones de euros en billetes nuevos y monedas recién acuñadas.
Si bien la frecuencia habitual de estos traslados es de una operación cada tres semanas, durante la temporada alta turística —especialmente entre junio y septiembre— la demanda de efectivo en la isla se dispara. Restaurantes, hoteles, comercios y servicios de alquiler intensifican su actividad, y con ello, la necesidad de contar con liquidez inmediata. En este contexto, los viajes del camión blindado aumentan hasta una vez por semana.
El efectivo que se traslada procede directamente de la Real Casa de la Moneda - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, donde ha sido fabricado y revisado. No se trata de una carga aleatoria: cada billete ha sido contabilizado y empaquetado bajo estrictos controles de trazabilidad. Una vez entregado en Palma, se distribuye a través del sistema bancario local en furgones blindados de empresas de seguridad privada debidamente autorizadas para este servicio.
Normalmente, el camión regresa a la península vacío. Pero en ocasiones, vuelve cargado. No con dinero nuevo, sino con billetes deteriorados, descoloridos, rotos o fuera de circulación, que han sido recogidos por las entidades bancarias. Este dinero “viejo” tiene un destino claro: su destrucción en las instalaciones del Banco de España, en un proceso controlado y supervisado que garantiza la retirada segura del efectivo defectuoso.
Cada billete retirado es sustituido por otro en perfectas condiciones, cerrando así un ciclo monetario que muy pocos conocen, pero del que todos dependemos.
Todo este engranaje invisible mantiene en funcionamiento la economía española. Es una prueba del trabajo silencioso y meticuloso de decenas de profesionales —desde impresores de billetes hasta agentes de seguridad y técnicos logísticos— que garantizan algo tan cotidiano como poder retirar efectivo en un cajero o pagar con billetes en una tienda.
En tiempos de digitalización y pagos móviles, el efectivo sigue siendo un pilar insustituible, especialmente en comunidades turísticas como Baleares. Y mientras los ciudadanos disfrutan del sol y el mar, a cientos de kilómetros alguien vela para que el dinero llegue a tiempo, de forma segura y sin que nadie lo note.
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Vamos a ver.. para facturar a la administración pública las empresas deben de hacer facturas electrónicas, nada de cash. Todo claro y despejado de cualquier duda. Y estos envían billetes ... ¿Que sentido tiene? Para tener liquidez hay que tenerlo en el banco para poder hacer transferencias para pagos a los proveedores, amigas de Abalos y sus habitaciones de paradores.. así que vuelvo a repete ¿Que sentido tiene?
En efecto la inmensa mayoria de los pagos no precisan de efectivo, de hecho este esta siendo paulatina pero sistematicamente eliminado.
Y en todo caso, si esta informacion es cierta, no debieran haberla publicado, por razones obvias.
Este engranaje invisible... jaja, ahora ya es visible, solo falta poner el DNI del chófer, el horario y la matrícula. La ruta está clara.
que se lo trage la tierra...