La sociedad mallorquina se encuentra conmocionada por la contundencia con que el diputado de Més per Mallorca, Miquel Ensenyat, se ha expresado en la tribuna del Parlament. El expresident del Consell de Mallorca ha admitido que desea vivir lo suficiente como para ver a “este sujeto” (se refería a Vladimir Putin, al que también calificó de criminal) ante un tribunal internacional.
Se refería, naturalmente, a lo que se va sabiendo de la carnicería perpetrada por el ejército ruso en Bucha, a las afueras de Kiev, donde una vez que se replegaron y abandonaron la zona, los periodistas han podido comprobar que mataron a civiles inocentes con la más abyecta crueldad. Es lo que tiene incorporar a las filas invasoras regulares a mercenarios chechenos, a quienes no les importa en absoluto matar a cuantos más ucranianos, mejor, porque Putin los ha señalado como nazis.
Ensenyat propuso que “mientras dure toda esta situación” (se refiere a la guerra en Ucrania) en el pleno del Parlament se guarde un minuto de silencio porque de lo contrario “no tiene ningún sentido que estemos hablando aquí de la sociedad del bienestar, de mediación, de muchísimas cosas sin tener en cuenta que justo cerquita de aquí hay gente que padece las consecuencias de la barbarie y de la falta total y absoluta de escrúpulos”.
Ensenyat es el portavoz parlamentario de los ecosoberanistas de Més, quienes en noviembre de 2020 presentaron una proposición no de ley exigiendo al Gobierno de España una reducción del presupuesto del Ministerio de Defensa. Entonces, el diputado Joan Mas ‘Collet’ dijo en rueda de prensa: “el problema real de la seguridad de las personas es sanitario, social, laboral y económico, y no que nos protejan las fronteras de nada o buscar confrontación fuera de ellas”, dijo el de Algaida, típico “senalleta” que no cree que haya nada más que merezca la pena ser sabido, excepto aquello poco que sabe.
En 2020 ya había guerras en el mundo, que no es cosa de ahora, y el ejército ruso ya hacía prácticas en Siria que como ahora comprobamos, le habrían de servir para destruir un país entero en Europa, que es lo que están haciendo en Ucrania. Pero Més per Mallorca, en su ignorancia vestida de pacifismo, cree que hay que protegerse con minutos de silencio. O quizás espera que un tribunal internacional juzgue a un mandatario, cuando no se ha dado jamás el caso de que tal cosa suceda con el vencedor de una guerra, sino únicamente con quienes las pierden.
Los tanques rusos calcinados en las calles de Bucha dan cuenta de combates encarnizados entre rusos y ucranianos. Los rusos abandonaron el lugar y dejaron allí los esqueletos de acero de sus carros de combate, seguramente calcinados por minutos de silencio que generosamente incorpora al combate Més per Mallorca, formación a la que le resulta insoportable que las Fuerzas Armadas participen en ferias o que exhiban su material, que es de todos y para nuestra defensa.
También se recordará que incluso plantearon la desmilitarización de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y se opusieron a su despliegue en Mallorca, como propuso el PP en su día. Porque Més per Mallorca sustenta su pacifismo en minutos de silencio, que como todo el mundo sabe es lo más efectivo para defenderse de un agresor. ¡Y se llaman a sí mismos antifascistas! ¿Cómo lucharán contra los fascistas? ¿Con recogidas de firmas y minutos de silencio?





