El presidente de la Asociación de Galeristas Palma Art Contemporani, Fran Reus (Palma 1978), explica en esta ocasión a mallorcadiario.com cuál ha sido la realidad de las galerías en estos últimos años, una realidad condicionada en mayor o menor medida por la presencia cada vez mayor de las nuevas tecnologías en casi todos los aspectos de nuestras vidas.
En ese sentido, la reciente pandemia del coronavirus supuso un punto de inflexión también en el mundo del arte, sobre todo porque Internet pasó a ser un nuevo e inesperado aliado de muchos creadores, en especial durante el confinamiento. "En aquel momento, las redes sociales facilitaron que nos pudiéramos conectar con el mundo y con los coleccionistas y consumidores de arte contemporáneo", reconoce.
Así, hubo personas que, por vez primera, compraron obras on line sin haberlas visto u observado antes presencialmente. Pasada ya la pandemia, aquel sistema de compraventa ha seguido funcionando, pero no al mismo ritmo que entonces, "pues los seres humanos somos seres sociales y nos gusta tener un contacto directo con las cosas".
NIT DE L'ART
La entidad que preside Reus consta de 13 asociados en la actualidad. Paralelamente, nuestro interlocutor dirige la galería ahora denominada La Bibi + Reus. "Cuando abrí mi primera galería, en 2003, nuestra principal fuente de ingresos procedía de las personas que visitaban ese espacio, tanto residentes como extranjeros", recuerda, para añadir: "Desde entonces, las nuevas tecnologías han ido creciendo con nosotros".
En este 2025 se celebrará la veintinueve edición de la Nit de l'Art, un evento que está plenamente arraigado en la capital balear. "El hecho de que un proyecto cultural enfocado hacia el arte contemporáneo esté vivo durante veintinueve años significa que funciona", destaca. Se trata de "una fiesta cultural, pero también social, en la que abrimos nuestros espacios al público en general con un formato más festivo y lúdico".
Uno de los objetivos de la Nit de l'Art es "conseguir que haya personas que a partir de su asistencia a esa jornada sientan el gusanillo de visitar galerías y museos con más frecuencia". En este contexto, Reus subraya que "uno puede consumir arte contemporáneo sin comprarlo y de manera gratuita".
NUEVOS EVENTOS
Otros dos eventos de similares características que se celebran cada año en Ciutat son el Art Palma Brunch, "que ha cumplido ya veinte ediciones", y el Art Palma Summer. "Al final, nuestro trabajo es difundir el arte contemporáneo mostrando nuestras mejores propuestas a la ciudadanía en general y creando esa necesidad de disfrutar del arte", sintetiza.
Desde hace unos años existe también una cuarta opción, que es la de participar en visitas guiadas a las galerías, una iniciativa que cuenta con el apoyo del Ajuntament de Palma y del Institut d'Estudis Baleàrics. "Con este programa se puede disfrutar del arte de una forma más íntima, en grupos de sólo ocho o diez personas", especifica el presidente de los galeristas. "Nosotros vivimos de las ventas, está claro, pero nos encanta ver a la gente aquí disfrutando de las exposiciones", apostilla a continuación.
A veces no resulta fácil captar la riqueza o la complejidad del arte contemporáneo, por lo que suele ser conveniente "ir a galerías y a museos de referencia, ver obras, informarse y leer sobre el tema". A partir de ahí, "cada uno puede formarse su propio criterio y decidir entonces lo que le gusta o lo que no". El arte contemporáneo es "muy heterogéneo y ecléctico", y tiene "muchísimas posibilidades".
EL SIGLO XXI
A diferencia de lo que ocurrió durante buena parte de los siglos XIX y XX, hoy parece algo más difícil que puedan surgir nuevos movimientos artísticos, "pero también es cierto que ahora hay muchas tendencias", que incluyen desde una nueva época dorada de la fotografía hasta una cierta recuperación de la pintura figurativa. "Con la perspectiva del tiempo, veremos si se acaba relacionando nuestra época con algún movimiento concreto", analiza Reus, quien también se pronuncia sobre otras cuestiones, como por ejemplo el alquiler de obras de arte, que él mismo ha realizado en alguna ocasión.
"El alquiler de obras de arte se hace sobre todo para series de televisión y también para películas y para anuncios", indica, si bien puede llevarse a cabo igualmente para algún acontecimiento de alguna marca o para espacios físicos como hoteles y oficinas. "En estos últimos años, Mallorca se ha hecho un hueco a nivel mundial como enclave de filmación de grandes producciones, lo que ha contribuido a la potenciación de esa práctica", señala.
Reus comenta que se trata de una fórmula que "no es nueva" y que "no es tan habitual como la compra directa". Paralelamente, existe asimismo la posibilidad del renting, al igual que ocurre desde hace años con la compra de un vehículo. "Un posible cliente paga una cuota para, por ejemplo, la cesión de una obra nuestra durante un año a un restaurante o a otro espacio público, sin tener que comprar dicha obra", concreta.
ARTE Y NEGOCIO
Ser galerista no sólo es un trabajo, sino también una vocación. "Casi todos los galeristas trabajamos en lo que realmente nos gusta", corrobora. La mayoría de galeristas tienen un componente "muy pasional" y a veces les agradaría hacer proyectos como si fueran museos o fundaciones, "sin tener que depender de las ventas, pero es cierto que hay unas ciertas limitaciones en la labor de una galería".
En el caso de La Bibi + Reus, siempre le han dado mucha importancia a los jóvenes, "acompañándoles en los primeros momentos de sus respectivas trayectorias". Gracias a ese esfuerzo previo, puede llegar la satisfacción de ver cómo algunos de esos jóvenes "participan en ferias internacionales, exponen en museos y llegan a tener un reconocimiento especial o una posición dentro del arte contemporáneo".
"El galerismo es tener un espacio abierto, un programa expositivo, representar a artistas y acompañarlos", resume. "Vendemos algo más que simplemente una obra de arte, pues vendemos también pasión e ilusión", concluye Reus.
Este corolario enlaza perfectamente con una de las frases quizás más célebres del gran artista romántico francés Eugène Delacroix: "El primer mérito de un cuadro es ser una fiesta para la vista".