Quería titular el comentario: ”Noche de Paz” que es lo que toca, pero los saqueadores de la luz eléctrica me acaban de pasar la última factura y he sufrido un apagón en mi rictus navideño. No les digo cuando supe que querían subastarnos al 11 por ciento de aumento, padecí un escalofrío en mis partes que aún siguen como electrocutadas. No sé que pasa con estos de la luz, pero siempre quieren darnos la fiesta y encomiendan a sus lacayos de turno, para que sin previo aviso y cada dos por tres, se encarguen de fundir los plomos o darnos alguna descarga. De Navidad dulce navidá, nada. Hoy será una noche sin luz, muy a pesar del alumbramiento que esperamos todos, y que con luz o sin ella, tendrá lugar. Me he quedado a dos velas, sí lo reconozco, pero las guardo. La culpa de todo esto, no es del chachachá, es del señor Soria, sus mariachis y sus palmeros.
Hoy me había propuesto cantar villancicos a la Dulce Navidad, pero la Noche no es buena. No puede ser muy buena noche para millones de personas -en España-, que malviven, que no llegan, que lo piensan dos veces a la hora de encender la estufa eléctrica o acercarse a la catalítica, porque los euros que quedan son para comer y pagar el agua. Los que provocan y mantienen toda esta estructura de injusticia social corregida y en aumento, son –eso– que todos pensamos y que empieza por la letra “C”. Además estos señores y otros cantamañanas que les aplauden, pertenecen a una cuadrilla de genuflexos políticos de pacotilla, que ponen el culo, para que los saqueadores de las eléctricas les enchufen el trifásico mientras dicen “sí mi amo. Un once no mi amo, más adelante, ahora un seis”. ¿Y qué nos importa a nosotros si tienen déficit tarifario o si no han obtenido el beneficio que habían previsto? Banda de especuladores, mafia, nos están estrujando por todos lados y nadie explica el porqué de estas subidas. No son tonterías ni visiones mías, pero creo a todas luces, que estamos siendo perseguidos y saqueados de día y de noche, con luz o sin ella.
Esta noche queridos pastorcitos, deberíamos dejarnos de noche de paz y de fum fum fum, aparcar el botellón, para prepararnos y disponernos a cambiar todo esto. Agarrar el toro por los cuernos, que no es noche de ronda, ni tampoco para quedarnos dormidos. Hay que estar sobrios y vigilantes. Vienen a por todas no tienen piedad, no les da vergüenza mentirnos y reírse de la gran masa de desheredados una y otra vez. Si seguimos dejándonos, nos violarán hasta a las ovejitas más chillonas de la manada y nos seguirán subastando la vida y la esperanza.
Por lo demás la noche vieja tampoco alumbrará un nuevo año, que llega malherido y nacerá con llanto y dolor. Algunos dirán que soy muy malo, que en un día tan señalado, no soy bueno, pero es que me rebelo cuando veo tanta gente a mi alrededor que lo está pasando muy mal, que les han herido la dignidad, que les han dejado hasta sin luz que les han robado su dinero. No sé en que estaría pensando la Señora Mabel Cabrer, cuando el pasado martes dijo en rueda de prensa, que la recuperación económica se comenzará a notar en la economía doméstica. Será en la suya. ¿O es que también ve luces verdes estos días de Navidad? Serán los efectos de la falsa Navidad porque muchísimos otros tenemos la roja encendida y no vemos la luz del final del túnel. Más bien vemos el principio del otro túnel y no pinta precisamente de verde. Es otra boca negra de lobo depredador.
Pese a los malditos y a los que deberíamos echar al mar por corruptos y ladrones, pese a que siguen protegidos por la injusticia, el Niño nace esta noche y nace en nuestros corazones cada vez que encendemos la luz de la esperanza. Los cristianos sí la tenemos y sobre esta Luz, que es una gracia que nos da Dios, nadie puede mandar, nadie puede con ella porque es Amor. Procuraremos – como dijo Jesús- mantener muy arriba la Luz de la Navidad, ser felices y estar alegres como niños, sencillos como palomas, pero, también dijo: “Que hay que ser astutos como serpientes”. Es lo que os deseo en esta Navidad amigos.





