Nochevieja de 1967 en Palma

Es la Nochevieja de 1967. Nos encontramos en una pequeña sala de fiestas de Palma. Este domingo está lloviendo suavemente, según confirma un chico tímido que está sentado junto a uno de los ventanales de ese establecimiento, que este año ha estado muy de moda entre la gente joven de la ciudad.

Seguramente nadie tiene esta noche más de veinticinco años, excepto tal vez el dueño del local. Los chicos y las chicas van muy elegantes, ellos con traje y corbata, ellas con vestidos especiales para la ocasión. En el interior de la sala de fiestas se ha creado ya esa atmósfera inconfundible que provoca siempre el humo de los cigarrillos en los espacios cerrados. Casi todos fuman hoy, incluso los que no suelen fumar nunca.

Se van sucediendo las canciones, inicialmente sólo con temas de los grandes grupos del momento, The Beatles, Los Shakers, Los Bravos, The Beach Boys, Los Brincos, The Byrds, Gerry and The Pacemakers, Los Pekenikes y muchas otras excelentes bandas. Ojalá la música fuera siempre así, con la magia conjunta del sonido de las guitarras eléctricas y de unas voces muy bien armonizadas. En esta década nada parece haber mejor que el pop-rock. Nada parece ser mejor para hablar de los sentimientos, ya sea con canciones alegres y llenas de ritmo o con baladas melancólicas que llegan directamente al corazón.

En la pista, varios jóvenes están bailando, con ese estilo desenfadado con el que se baila siempre ahora. Los más tímidos están hablando tranquilamente o miran la lluvia que suavemente sigue cayendo en el exterior. Un chico y una chica que aún no se han decidido a declararse, hablan de que pronto se podrá ir ya a la Luna y quién sabe si quizás también aún más lejos. Además, comentan que hay países en donde la televisión es ya en color y también que en América incluso pueden verse muchos canales. Ese chico y esa chica coinciden, felizmente, en sus gustos musicales. A ambos les gustan mucho los grupos de pop-rock actuales, pero también adoran a los grandes solistas.

Afuera sigue lloviendo suavemente. Está amaneciendo. Es ya el 1 de enero de 1968. Unos pocos meses después, el mundo que conocen todos aquellos jóvenes —incluidos nuestros dos enamorados— y también muchos otros jóvenes en Francia, Checoslovaquia, México o Estados Unidos empezará a cambiar y nunca más volverá a ser ya el mismo. Pero ellos aún no lo saben, como no saben tampoco que llegará un día en que esta misma sala de fiestas, la que hoy está más de moda en Palma, cerrará sus puertas para siempre y desaparecerá, para permanecer ya sólo, quizás, como un lejano y hermoso recuerdo.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias