El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, ha pronunciado este martes su discurso de despedida de la Casa Blanca, a diez días de abandonar la Presidencia de Estados Unidos que asumirá, el próximo 20 de enero, el republicano Donald Trump.
Obama se ha despedido agradeciendo a Estados Unidos y a todos los estadounidenses de los que ha "aprendido cada día" y gracias a los cuales ha logrado convertirse en un "mejor presidente". "Y me hacéis una mejor persona", ha iniciado.
El presidente ha señalado que el "cambio sólo ocurre cuando la gente común se involucra y camina junta para exigir ese cambio", subrayando después que precisamente gracias a las medidas adoptadas durante estos últimos ocho años en los que el demócrata ha liderado la Casa Blanca "Estados Unidos es un lugar mejor y más fuerte" que al inicio de su mandato.
No obstante, ha recordado que depende de "todos" los estadounidenses asegurarse de que el Gobierno pueda hacer frente a los "muchos desafíos" a los que Washington aún se enfrenta.
En su discurso y de cara a la nueva legislatura, dirigida por un republicano al que se le ha acusado, principalmente en campaña, de una retórica extensamente divisiva, Obama ha recordado que la cuestión de la raza "sigue siendo una de las fuerzas más potentes y, a menudo divisiva" en la sociedad estadounidense, si bien ha señalado que las relaciones interraciales en Estados Unidos son "mejores que hace 10, 20 ó 30 años, independientemente de lo que diga la gente"
Uno de los desafíos a los que ha tenido que enfrentarse Obama durante su paso por la Casa Blanca ha sido a la creciente amenaza del autodenominado Estado Islámico, que desde 2014 se hizo con el control de vastos territorios en Irak y Siria y que, además, ha perpetrado numerosos ataques en países occidentales, entre ellos Estados Unidos.