No tenemos término medio. Pasamos de todo un pabellón a un stand pobre. O blanco o negro en un año. Nada que ver con los de Canarias y Andalucía. Nuestros competidores más directos siempre dan la talla en su justa medida. En Berlín no estuvimos a la altura. Y nadie lo ha contado. ¿Sólo por el mareo de las cifras? No hay presupuesto para un expositor más grande y acorde con la categoría de las Islas. Pero sí hay dinero, y tanto, para el periódico más afín: 400.000 euros de Ibatur en 2010. Sólo de Ibatur, que no de todas las consellerias. Poca cosa con lo que se gastará el Govern en este medio en los 5 primeros meses de 2011. El stand de Baleares en la ITB lo situaron en un rincón, su luminosidad era escasa y como siempre estuvo repleto de políticos. Su pobreza contrastaba con la alegría y dimensiones de los de Canarias y Andalucía. Una pobre imagen de un destino líder que merece mejor trato. Algo más que la Sibi·la. La fauna que estuvo presente en nuestro expositor fue escasamente representativa. Muchos políticos, muchos funcionarios…y a falta de directivos bancarios —con la excepción de Joan Gili, de Banca March— muchos sindicalistas. Surrealismo en grandes dosis en ITB y a las puertas de Brandeburgo. Los sindicalistas fueron a Berlín invitados especialmente por la doble consellera Joana Barceló. Esta los coló en el acto de Turespaña en el que se premiaron a Carmen Riu y Michael Frenzel. A este evento acudieron descorbatados y al día de Baleares lo hicieron con traje y corbata. Fueron el centro de atención por la huelga de Aena. La presidenta de los hoteleros no tuvo reparo en afearles su conducta. ¿Qué hacen los líderes sindicales en una feria como la de Berlín? ¿Era el de esta edición de la ITB el marco más propicio, cuando UGT y CCOO apoyan la huelga de los trabajadores de los aeropuertos. Otro esperpento. El enésimo ridículo. De todas formas, el conseller de facto sigue defendiendo que no hace falta gastar un euro en promoción. Su tesis: Mallorca se promociona sola. Así se lo dijo un día cuando era asesor de Nájera al entonces conseller Nadal, en una WTM. Lo está cumpliendo a rajatabla desde que llegó a Montenegro.
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