El Tribunal Supremo la semana pasada prácticamente confirmó en su integridad la Sentencia de la Audiencia de Palma, centrándose desde entonces el foco de la información en el señor Urdangarín, quien ayer ingresó en prisión.
Es evidente que los grandes derrotados en este asunto son los condenados y sus familias pues, aunque no resulte muy popular, detrás de cada individuo que ingresa en prisión hay un drama familiar y personal.
Para mí, sin el contenido dramático anterior, el gran derrotado es el que fue juez instructor de la causa don José Castro; una instrucción no exenta de exhibicionismo que auguraba unas condenas elevadísimas porque parecía que en esas jornadas de Noos se había asesinado a Manolete. Es tan grande el castigo sufrido que ha hecho algo inaudito, como es criticar de manera impiadosa una Sentencia dictada en una causa por él instruida. Se considera, en cuanto afecta a Noos, el poseedor de la verdad.
Las acusaciones, Fiscalía, CAIB y Hacienda, también han sufrido un gran varapalo, administraciones que crearon con sus escritos de calificación provisional unas expectativas que después no han sido capaces de probar en la sala de vistas. Sus escritos de acusación no parecían dirigidos a un Tribunal sino a los mass media y a la prensa más sensacionalista y amarilla del país, consiguiendo así, la muerte civil de los acusados pero fracasando rotundamente sin embargo ante el Tribunal. Cuando se piden 19 años de condena y la cosa termina en 5 y 10 meses se roza el ridículo, por no hablar también de las responsabilidades civiles conseguidas, pues entre lo pedido y lo conseguido media una fortuna que naturalmente seremos los ciudadanos que dejaremos de ingresar pues hay que recordar que el dinero con el que juegan es nuestro, como su sueldo sale de nuestros impuestos. Supongo que “alguien” asumirá la responsabilidad de ese fracaso.
El día que en un juicio oí a la Fiscal llamar “chico” al acusado de quemar el coche del Alcalde de Sóller entendí que desde los estrados de la derecha las cosas no se ven siempre del mismo modo.
Las acusaciones han conseguido que la gente que no sabe de derecho diga que la condena al señor Urdangarín, 5 años y 10 meses, es ridícula (hay que recordar que no hubo delitos de sangre por medio), sólo un ejemplo, a la persona que atropelló en estado de embriaguez al policía de Palma señor Llull la acaban de condenar a 2 años y medio. Juzguen ustedes.
El caso Noos debe ser un punto de inflexión en el que los llamados ahora operadores jurídicos y la prensa hagan las cosas de otra manera; la sociedad se siente defraudada porque creyeron a los señores Horrach y Castro sin esperar la Sentencia que les ha puesto a cada uno en su lugar. Espero para bien de todos que las cosas cambien. Que pasen un buen día.
