Según la información recopilada por el Consistorio, los dos últimos desplomes no se han debido a golpes de calor ni al mal estado de los animales, sino a incidentes de tránsito.
Preguntada al respecto en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de este miércoles, la portavoz de Cort, Mercedes Celeste, ha señalado que el precio que supondría para las arcas municipales recuperar las licencias sería "muy elevado".
"Por lo tanto, que estas calesas tengan que evolucionar a otro sistema es más bien voluntario. Si hay interés de hacerlo, el Ayuntamiento lo apoyará, pero de ninguna manera nos planteamos recuperar estas licencias", ha dicho.
Además, la regidora ha asegurado que el Consistorio pondrá "todos los medios" para certificar que aquellos caleseros que no cumplan con la normativa sean sancionados y controlados, como ya se ha hecho en el pasado. "Si tuviéramos que volver a llegar a esta situación, llegaríamos sin problema", ha afirmado.
"DEJADEZ INTOLERABLE"
En un comunicado, Pacma ha reprochado al Consistorio que haya "incumplido reiteradamente" el compromiso de sustituir progresivamente las galeras tiradas por caballos por calesas eléctricas, como por ejemplo han hecho en el municipio de Alcúdia.
"No hay excusa para mantener un modelo cruel y obsoleto que pone en riesgo la vida de los caballos y proyecta una pésima imagen de la ciudad", han sostenido los animalistas.
Además de suspender el servicio, Pacma ha reclamado a Cort que llegue a un acuerdo con los caleseros para comprar sus licencias tomando como ejemplo el plan ejecutado en Málaga, "donde se ha logrado avanzar hacia una transición justa y sin explotación animal".
"El Ayuntamiento de Palma ha demostrado una dejadez intolerable. Incumple sus compromisos, permite que los caballos sigan sufriendo bajo temperaturas extremas y mantiene un sistema indigno y peligroso", ha señalado el coordinador territorial del partido, Olivier Hassler.
POSIBLES ACCIONES LEGALES
De no llevar a cabo este tipo de medidas, ha advertido, no descartan emprender acciones legales contra el Consistorio.
"Palma no puede seguir anclada en prácticas arcaicas y debe apostar por un modelo moderno, responsable y respetuoso con los animales, como ya se ha demostrado posible en otras ciudades", ha propuesto Pacma.