De nuevo nuestra maravillosa isla en el punto de mira, y de nuevo para bien. Mallorca ha sido reconocida como la mejor isla de España, la segunda mejor de Europa y la sexta del mundo por los premios "Travellers Choice" de TripAdvisor. Esta siempre comentada página ha analizado la cantidad y calidad de los comentarios y clasificaciones de hoteles, restaurantes y lugares de interés en islas de todo el mundo durante el último año, así como el interés de reserva de viaje a través del propio portal de TripAdvisor. Partiendo del análisis de esos parámetros, Mallorca aparece especialmente destacada, aunque también asoman Ibiza, Menorca y Formentera entre las diez mejores islas del país.
Lo cierto es que es para estar orgulloso. De hecho, recordemos que hace poco más de un año, desde el prestigioso diario británico "The Times", se elaboró una lista, meticulosamente confeccionada por el equipo de periodistas de viajes del diario, usando datos y estadísticas sobre la calidad de vida, el clima o el entorno, y Palma de Mallorca la encabezaba como mejor lugar para vivir de todo el mundo. Estamos de enhorabuena.
Y es que debemos sentirnos unos privilegiados por el hecho de vivir en este paraíso. Basta detenerse unos segundos deleitándose con los vídeos que circulan en redes sociales acercándonos a cada rincón de nuestra isla y señalando algunos de sus tesoros. Qué podemos decir de esas aguas cristalinas de tonos verdes y azules aturquesados que no hallaremos en ningún otro lugar del planeta. Cómo no disfrutar de la belleza de la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, que nos sumerge en la cultura de un pueblo, en sus tradiciones, nos descubre personajes únicos como el Archiduque Luis Salvador de Austria, Frédéric Chopin o Robert Graves y nos habla de historia a través de sus castillos, sus hermosas torres de defensa, sus posesiones, el Monasterio de Lluc o sus peculiares formas de cultivo, empleando la maravillosa técnica constructiva de la pedra en sec.
Pero es que cada rincón de Mallorca tiene algo especial. Cada pueblo, cada playa y cada paisaje muestra un pedacito de nosotros, de nuestra forma de ser y de vivir. Y para mí esa es la mejor manera de conocer Mallorca: perdiéndose en las estrechas y bellísimas calles de Fornalutx, Sóller, Deià, Santanyí, Pollença o del casco antiguo de Palma; disfrutando de la excepcional y ya más que reconocida gastronomía que se ofrece por extraoridinarios profesionales a partir de un producto único; observando las inigualables puestas de sol en que el tiempo se detiene y el cielo se confunde con el ya tranquilo y pausado Mediterráneo y todo parece cobrar sentido. Sí...el cielo...el cielo y la luz de Mallorca son muy especiales. Los que tenemos la suerte de vivir aquí lo sabemos. Y ahí reside uno de los secretos. Debemos ser conscientes de lo que tenemos y de dónde vivimos. Tenemos la obligación de redescubrirnos, de sentirnos parte de esta maravillosa isla. Y solo así seremos capaces de protegerla como se merece.
Cuando tengo un día complicado, no tengo dudas...cierro los ojos y me imagino en la playa de Sa Ràpita, empieza a caer la tarde, se acerca el momento de volver a casa y el agua, transparente, parece hacerte flotar mientras la mirada se pierde en las hermosas dunas. Esa sensación, esa tranquilidad, esa paz...no tiene precio. Y es en esos momentos cuando uno piensa que, efectivamente, vive en el mejor lugar del mundo. Un lugar por el que merece la pena luchar y que hay que cuidar y mimar porque no es solo nuestro. Es de todos. De todos aquellos que quieren conocerlo, de quienes lo disfrutan año tras año y de quienes lo recorren en tan solo unos días. Y entre todos debemos lograr que siga siendo un lugar tan especial. ¿La sexta isla más bonita del mundo? Para mí, sin duda, la primera, y es que cuando pienso en todo lo que tiene y lo que significa, uno no puede evitar venirse arriba y acabar piropeando, aunque sea en un susurro, repitiéndome... ¡Pero qué bonita eres!