Podemos ha dejado bien claro qué es lo que les duele: un eventual pacto entre PP y PSOE. Así lo expresó Laura Camargo, secretaria política y de programa de Podem Illes Balears, en una rueda de prensa donde dejó claro que su formación pactará con quien decidan sus militantes, por lo que no habrá pactos de despacho.
Podem se está cerrando muchas puertas antes de las elecciones. En esto no hay diferencias entre la formación que lidera Pablo Iglesias y el resto de formaciones que constituyen, según ellos, ‘la casta’. Todos exhiben su determinación de ganar por mayoría absoluta y de no verse obligados a pactar con otras formaciones. Pero la realidad acabará imponiéndose y si nadie logra los 31 diputados en el Parlament, tendrá que haber pactos entre las formaciones parlamentarias, a fin de lograr la investidura de un presidente y la formación de un gobierno. Un pacto PP-PSOE es inimaginable a priori, pero no es descartable de plano.
Para ser realistas, a Podem le importa poco la estabilidad en el Parlament de les Illes Balears. Su objetivo es el Congreso de los Diputados y su estrategia en las comunidades autónomas está subordinada a la estrategia nacional. De este modo los candidatos autonómicos de Podem se presentan ante los electores con las manos atadas porque sus propuestas son de ámbito nacional y la política autonómica carece de relevancia para sus objetivos esenciales. La política autonómica no figura en la agenda de Alberto Jarabe o de Laura Camargo. Sus metas son otras y de ahí sus reticencias a la hora de crear sinergias con otras formaciones políticas en el ámbito autonómico. ¿Será capaz de llegar a pactos una formación asamblearia como Podem? Las declaraciones de Laura Camargo generan muchas dudas al respecto. No está claro que Podem sea capaz de pactar con nadie, lo que enquista la viabilidad política de esta formación y refuerza su imagen de partido antisistema que apuesta por el cuanto peor, mejor.
