Con más de 330 metros de eslora, capacidad para embarcar hasta 75 aeronaves y un desplazamiento que supera las 100.000 toneladas, el Gerald R. Ford representa lo más avanzado de su clase. El portaaviones no podrá atracar en los muelles del puerto debido a su calado; en cambio, permanecerá fondeado en la bahía de Palma, escoltado por unidades navales que reforzarán las medidas de seguridad.
A bordo viajan aproximadamente 4.500 efectivos, entre marineros, aviadores y personal de apoyo. La escala se enmarca dentro de un despliegue estadounidense en el Mediterráneo.
La embajada de Estados Unidos en España destacó en un comunicado que esta visita "subraya la sólida relación bilateral en materia de defensa y la importancia estratégica del Mediterráneo como espacio de estabilidad y cooperación".
El USS Gerald R. Ford, bautizado en honor al 38º presidente de Estados Unidos, fue botado en 2013 y entró en servicio en 2017. Se trata del primer portaviones de su clase, equipado con sistemas electromagnéticos de lanzamiento de aeronaves y tecnología avanzada que lo convierten en el más innovador de la Marina estadounidense.
La llegada del portaaviones coincide con un momento de alta tensión internacional, con conflictos activos en Europa del Este y en Oriente Medio. Su escala en Palma se interpreta como un recordatorio del interés estratégico estadounidense en mantener capacidades de proyección naval en el Mediterráneo.