La Autoridat Portuària de Balears quiere que los faros generen un rendimiento: restaurantes, pequeños hoteles, oficinas o sedes de empresa, centros de estudio medioambiental... Cualquier propuesta de uso es susceptible de ser estudiada. "Eso sí, el proyecto es sólo para las zonas anexas al faro, nunca para el faro en sí" explican a mallorcadiario.com fuentes de la Autoritat.
Se trataría de una concesión durante X años para que una empresa, asociación, entidad social o administración explotase el recinto.
Según ha podido saber este diario, el faro del Cap Blanc ha recibido ya una propuesta de restauración y de una actividad de ocio relacionado con la naturaleza. "Es el que más puntos", aseguran porque "no está habitado, cuenta con el beneplácito del Ayuntamiento y el acceso no presenta problemas".
Precisamente por ciertos obstáculos -como la existencia de un farero habitando el espacio- hay ciertos faros que, de momento, no se pueden incluir en la lista. Es el caso de Portocolom o Capdepera. También se excluyen los que tengan terrenos de particulares en su acceso, como el de Cala Figuera.
"Estamos en fase de tanteo. Todo se puede plantear y si es viable, estudiar. Del mismo modo que el faro de Formentor cuenta ya con un restaurante o el del Cap de Ses Salines es centro de estudio para el IMEDEA, la idea es que el resto tengan un uso más allá de la ayuda a la navegación", puntualizan desde la Autoritat.