Unas 10.000 personas, según Delegación del Gobierno y en torno a las 13.000 según el PP, se han concentrado este mediodía frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Palma, para protestar contra la amnistía acordada entre el PSOE y Junts y contra los pactos cerrados por Pedro Sánchez con Junts. La protesta ha sido convocada por el PP en Palma, al igual que ha ocurrido con el resto de las capitales de provincia españolas.
Con banderas españolas y mallorquinas y con gritos de "no en mi nombre", "Sánchez cobarde, España está que arde", "no es un presidente, es un delincuente", "queremos elecciones" y "España no se vende", los participantes en la protesta han aplaudido a los principales líderes del PP de las Islas, que han subido a un estrado frente a la Delegación del Gobierno.
La presidenta del PP balear y del Govern, Marga Prohens, ha llamado la atención sobre el hecho de que han acudido a la protesta "muchas personas que nunca habían salido a una manifestación y que ni son votantes del PP, pero han venido pacificamente, con ilusión y alegría para decir: No dejaremos que nos cambien la Constitución por la puerta de atrás".
Una amplia representación de altos cargos del Partido Popular de la Comunidad han estado presentes en la manifestación y entre ellos, muchos de los actuales cargos del Govern además de Prohens como Llorenç Galmés (presidente del PP de Mallorca y del Consell de Mallorca), Jaime Martínez (alcalde de Palma) y los consellers Antoni Costa, Antoni Vera, Alejandro Sáenz de San Pedro o Joan Simonet pero también estaban allí la eurodiputada Rosa Estaràs, el presidente del Consell de Menorca, Adolfo Villafranca, Sandra Fernández y José Vicente Marí Boso, congresistas.
El expresidente del Parlament y exalcalde de Inca, Pere Rotger, ha sido interrumpido por algunos gritos y murmullos cuando ha comenzado a leer el manifiesto del PP en catalán, por lo que ha respondido que iba a leerlo tanto en castellano como en mallorquín, las dos lenguas cooficiales, porque "hay problemas más importantes".
Entre los concentrados también se hallaba el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, que ha advertido que las concentraciones de este domingo "no son una fiesta" y ha dicho que "el pueblo español está reaccionando frente a la gran traición de los socialistas y los separatistas". "Es el momento de la gran reacción no violenta", ha afirmado de camino hacia la sede del PSOE, junto a dirigentes de Vox en Baleares como el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, la diputada Idoia Ribas y el presidente del partido en Palma, Fulgencio Coll.
Entre los gritos que se han podido escuchar: "¡Puigdemont a prisión!", "¡Sánchez dimisión!", "¡España no se vende!" o "¡Este presidente es un delincuente!" o "¡Sánchez, aprende, España no se vende!".
