La Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Mallorca, a cuya cabeza se encuentra Alfonso Robledo, apoya cien por cien la propuesta que la Gerencia de Urbanismo del Ajuntament de Palma sobre una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que limita la instalación de bares y restaurantes en las calles peatonales y en los ejes cívicos. Tal y como recuerda Robledo, no sólo se trata de una propuesta que “ya pusimos nosotros sobre la mesa hace mucho tiempo” sino que es muy necesaria ya que la clave de la convivencia es que “en una zona no sólo haya bares o restaurantes, sino que también haya comercios”.
El presidente de Restauración Mallorca afirma que esta limitación debe centrarse en zonas como la calle Blanquerna, Fábrica, Paseo Marítimo o el Borne. “Debemos trabajar para que en estos barrios no haya conflicto con los vecinos y que haya gente paseando todos los días y si sólo hay establecimientos dedicados a la restauración o dedicados al ocio, “cumplir este objetivo no será posible”.
Por otro lado destaca que los propietarios de los establecimientos “tienen que implicarse en esta tarea” ya que ellos son los primeros que prefieren alquilar sus locales a restaurantes que a comercios” entre otras cosas, añade, “porque el alquiler de un bar o similar puede ser el doble que el de un pequeño comercio”.
En cuanto a la propuesta de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma cabe destacar que sólo permitirá el funcionamiento de tres establecimientos dedicados a la restauración en un radio de 50 metros. El objetivo es que no predominen los establecimientos de ocio y evitar, entre otros aspectos, problemas de convivencia con los vecinos algo que, explica Robledo, “apoyamos totalmente”.







