Si yo fuera Rato estaría más contento que unas pascuas. ¿Por qué? Muy fácil. ¿Acaso usted no lo estaría si después de haber vivido muchos años siendo el ‘puto amo’ del PP, cobrando sueldos millonarios, asesorando a las empresas más importantes con el consiguiente reporte económico que ello supone y, lo más importante, se ve que robando todo lo que ha podido y más ahora le dejaran libre y enchironaran a su secretaria? ¿Sería feliz o no? No es para menos.
Si yo fuera Rato, la verdad, es que tendría ciertos remordimientos. Más que nada porque me parece un pelín injusto que el tipo en cuestión no haya pasado ni un solo día entre rejas y, en cambio, la pobre confidente que compartió con él más de 25 años de confidencias, y seguramente sin haber tomado ni una sola decisión, haya tenido que pasarse dos días mirando las musarañas de una calabozo cualquiera.
Si yo fuera Rato daría gracias por la suerte que tengo o, como dicen algunos, por la mierda de justicia que protege nuestros derechos en esta España nuestra. Una justicia que parece ponerse siempre al lado del más fuerte, del que más medios tiene y del más ladrón.
Si yo fuera Rato… estaría un rato contento.
