Salir a escena los martes después de fiesta es por lo menos un poco resacoso se lo aseguro, y escribir un comentario sobre el mismo libreto anterior, supone hacerles sufrir una representación, que, por repetitiva, puede llegar incluso a ser cansina y aburrida y la verdad no lo pretendo.
Sintiéndolo mucho, voy a repetir, es lo que hay y, es lo que toca . Me refiero al tan traído y llevado caso Noos ¿Otra vez dirán ustedes? Pero es que no se habla de otra cosa. Miren, mientras hacía cola bajo la lluvia intentando torrar el butifarrón, escuché a más de una persona que hablaban del tema,en vez de recordar al Santo Patrón de Palma, quien también sufrió un martirio, en ningún caso parecido con el de la Corona, según dijo Spottorno; recordemos su exclamación con gemido de dolor incluido gratuitamente: “ Paren ya, que se cierre el caso, que esto es un martirio para la Corona”.
Les contaba que, un servidor, estaba intentando torrarme un butifarrón, cuando mi mente fue asaltada por las diferentes vicisitudes del caso que noss ocupa estos días y me entretuve pensando en el día 8-F. y en la garbosa y pomposa rampa de las inculpados. Me dejé llevar como uno más de los abducidos por el burlesco caso. Es algo así como que te ves obligado. En todas las tertulias y en muchos comentarios se debate entorno a la Infanta, su Duque, sobre un Fiscal que hace de abogado defensor y le mete caña al Juez, un Juez que los tiene bien puestos, gente que se pregunta por qué no cambian al Fiscal, por qué no al Juez, otros hablan de un abogado, que nos da lecciones de amor y fidelidad, confianza y abnegación mutua entre cónyuges, pero sobre todo, se habla de la rampa. La rampa de los Juzgados, parece que sin rampa no hay paraíso ni tampoco infierno. Siguen los comentarios :que si la bajará, que si la subirá, que si a pie, sentada en coche . Por favor un ruego: que suba o baje como quiera pero eviten que lo haga acompañada del “primo” que sólo se le verá a él y nos tapará la foto y no veremos nada, que este guardabarreras, ya da grima de tanto chupar cámara. Hecha esta salvedad, sigo contándoles. La escena ya ha avanzado y me encuentro torrando el butifarrón. Nos sé que tiene que ver el butifarrón con la rampa, cuando, más bien parece que está hecha para que desfilen los chorizos y se enristren para la barbacoa popular, todo tipo de embutidos.
No sería mala idea abrir una charcutería en la rampa, por lo menos, género no faltaría y, para todos los gustos. Mira tu por donde, una triste rampa llegará a ser más famosa que la rampa de Cabo Cañaveral.
Mientras, sigue el Juez emperrado en preguntar a la Infanta. El fiscal por su parte, mantiene sus reales tesis. La rampa, espera ser realmente distinguida.. Pasan los días. En Ginebra, La Infanta y el Duque, ensayan los últimos pasos – el Duque ya se los sabe - “la culpa fue del chacha que tu me enseñaste a bailar” !qué bien nos habrán ido las clases de salsa y merengue mi amor! -le dirá Urdanga al oído de Cris-.
En tan Feliz espera, esto no puede ser más que una película de amor con final feliz. Os cuento el final y me voy: tras declarar, la Infanta será absuelta de toda duda y de toda culpa. El Juez será perdonado por su atrevimiento y le jubilarán casi de inmediato. El Fiscal, probablemente, con el tiempo y una caña, será ascendido a la más alta y “dulce torre”. A mí y, a usted que me está leyendo, se nos ha quemado el butifarró. !Visca Sant Sebastià!




